El olor pútrido que emana de las aguas de los ríos Atoyac y Alseseca es una de las principales afectaciones con las que tienen que lidiar los vecinos que habitan en sus orillas; algunos lo definen como "insoportable, asqueroso, penetrante o a caño", lo cierto es que es la inconformidad latente y la constante con la que han aprendido a vivir por la inconsistencia del trabajo de las plantas tratadoras de agua, administradas por la firma francesa Degrémont.
"El olor en las noches es apestosísimo, a veces ni dormir se puede por tan feo que huele, aunque es más penetrante cuando llueve", afirmó Juana Herrera, vecina del río Alseseca.
Los vecinos coincidieron que la contaminación cada vez es más latente, puesto que día a día las orillas de los ríos se congestionan de desechos de viviendas y empresas, tanto de lo que arrastra con su cauce como los que la sociedad desecha. "A las personas se les hace fácil y tiran desde basura hasta animales muertos, sólo contaminan y ensucian más el río."
Vecinos de la colonia Concepción Guadalupe afirmaron que las autoridades no realizan ninguna actividad en pro de su rescate, enfatizaron que cuando les dicen que van a hacer limpieza, solamente les encausan el río con dirección a sus viviendas, lo que les provoca inundaciones por los desbordamientos que generan las lluvias.
Leticia Rodríguez, vive a metros del Atoyac y aseveró que actualmente hay personal laborando en el río, puesto que con la explosión del ducto de Pemex en San Martín Texmelucan las manchas de crudo son notorias, en los alrededores y las están recogiendo. "Hasta ahorita están quitando el crudo, si no ni se aparecen por acá."
Asimismo, Martha Domínguez, quien tiene 30 años viviendo en la zona, subrayó que es un problema político y ninguno le da solución, sólo paliativos. "Es 'pan con lo mismo' cada gobierno, siempre dicen que lo van a entubar, ni lo hacen, ni lo harán."
Por su parte vecinos del río Alseseca manifestaron que han llamado a Protección Civil en épocas de lluvia para que les dé solución, tanto al congestionamiento de basura como a los animales que se generan a su alrededor, asunto que pone en riesgo su seguridad, y que hasta ahora no han resuelto.
"Les pedimos que nos vinieran a fumigar por tanto animalejo que nos puede pasar algún virus y ni nos pelaron", expresó Natividad González.
Eva Durán, tiene 25 años viviendo a pie del Atoyac, afirmó que no hace falta describir que tan contaminado y sucio está el río, pues a simple vista es notorio que no hay agua más "puerca" que la que lleva el cauce, en parte porque las plantas de tratamiento no trabajan como deberían y porque a las autoridades no les importa si el agua está sucia o limpia.
Expresó que gran parte de la contaminación se debe a las empresas de los alrededores de la colonia, quienes vierten sus aguas residuales en el río, así como la basura que dejan correr. "Las empresas son unas inconscientes, tiran sus aguas y se pone roja la corriente y el olor cambia, cuando son aguas de Agua Azul huele a azufre."
Otro problema que los aqueja es la propagación de moscas, mosquitos y ratones que se generan por la contaminación de los ríos. "Siempre tenemos que estar matando a los ratones que se meten a nuestras casas y vivimos rodeados de moscas."
Por otro lado descartaron la presencia de enfermedades e infecciones pese a que existe la humedad por el agua y el congestionamiento de basura, condiciones propicias, para que se genere el dengue.
Vecinos de ambos ríos comentaron con un toque de tristeza las condiciones en las que se encuentran los causes; afirmaron que el tiempo no les ha hecho justicia, pues cada día están peores y no quieren imaginar cómo van a terminar. "Antes el agua estaba transparente, ahora eso es inimaginable, a veces decimos pobre río, acarrea de todo".
"SOAPAP, el culpable"
El principal responsable de la contaminación de los ríos Atoyac y Alseseca es el SOAPAP, puesto que no ejerció control sobre la descarga de las aguas residuales a los drenajes municipales que realizan las empresas, afirmó la asociación Puebla Verde.
Además, aseveró que tiene la culpa puesto que no han clausurado las empresas que incumplen con los parámetros estipulados desde 2005, "Estamos en 2011 y no se notan avances", aunque recalcó que es un problema en el que están inmersas todas las autoridades.
"SOAPAP falló por no aplicar las normas pero el problema también radica en que es una cadena de responsables que afectan a la sociedad; los empresarios deben tener lineamientos para sanear las aguas que van a descargar a los ríos."
Afirmó que el principal problema de la planta tratadora de aguas residuales, Dregrémont, fue no hablar con claridad y reconocer que no podía realizar el saneamiento de las aguas residuales, "ninguna planta tratadora puede trabajar con ese grado de contaminación; no están diseñadas para eso", afirmó Puebla Verde.
Aseveró que el saneamiento del agua se paga en cada hogar, mientras que a las empresas se les realiza un análisis para calcular su pago; sin embargo, afirmó que sólo se presta para evadir cuotas, de las que el SOAPAP se hace "de la vista gorda".
Afirmó que se necesita implementar un proyecto integral para sanear las aguas y eliminar el elevado nivel de contaminación, además de hacer cumplir a las organizaciones con un tratamiento previo a la descarga de las aguas en los drenajes municipales.
Para realizar un verdadero tratamiento de aguas residuales no basta con generar un sólo tratamiento, sino que se necesita un segundo, puesto que en primera instancia no se erradican todos los organismos contaminantes, "en la primera limpieza las aguas negras sólo se cuelan, pero no se le eliminan todas las bacterias y, por lo tanto, no es suficiente".
Puebla Verde aseveró que se puede hacer relativamente rápida la limpieza del río Atoyac, siempre y cuando se unan fuerzas y las autoridades tengan voluntad política para actuar. Afirmó que el proyecto del Parque Ribereño ya está adelantado, sólo falta limpiar el agua, "Si Rafael Moreno Valle y Amy Camacho se suman avanzaremos más rápido porque está el interés de parte de las universidades y empresas privadas".
Afirmó que la principal meta del Parque Ribereño se centra en limpiar el agua, pues "de nada sirve tener un parque bonito si el agua está asquerosa"; por lo que subrayó que si no se sanean los ríos, la presa de Valsequillo no se limpiará sola.