El kilo de aguayón que compré en la carnicería me lo envolvieron en un papel interesantísimo. Tal parece que es una hoja del libro del químico holandés Van Roighter, quien asegura haber descubierto un nuevo elemento de la Tabla Periódica de los Elementos Químicos. Leo en el arrugado y aguachado papel:

"‚Ķhistóricamente hemos considerado al hidrógeno como el elemento de menor peso en la naturaleza, tal aseveración es un error. En mis viajes he podido descubrir un elemento increíblemente mucho más etéreo que se comporta de manera inesperada, ilógica y truculenta que actúa de manera diferente, dependiendo del país o la región en donde se manipule. Lo he bautizado con el nombre de LEX (ley) Light Element X (hay un párrafo ilegible porque se le quedó pegado un cacho diurex). El texto del Van Roighter continúa: "mi estancia en México me ha permitido explorar el truculento comportamiento de LEX. LEX es un elemento maniobrado, primordialmente por jueces, políticos y autoridades encargadas de la vigilancia y la impartición de justicia, son ellos quienes conocen el arte de manipular el comportamiento de LEX.

Curiosamente, LEX tiene un comportamiento y un peso equiparable con el plomo en países cultos y desarrollados. Sin embargo, tal parece que el peso atómico de LEX desaparece cuando los encargados de vigilar y hacer valer a LEX en México pregonan: caerá todo el peso de LEX sobre tal o cual infractor y corrupto. Al mentado criminal no le pasa nada, LEX se convierte en una brisa suave y etérea incapaz de afectarlo. LEX en México es una burda burla en las manos de sus manipuladores, jueces, políticos y autoridades encargadas de la vigilancia y la impartición de justicia; Concluye Van Roighter. (Y un madral de mexicas que como yo, estamos hartos de convivir con autoridades corruptas.)

A propósito de justicia, cero y van dos cachetadones que le aplican al PRI en unos cuantos meses. Hasta cuándo van a cambiar su discurso y su ancestral prepotencia. Se creen dueños del conocimiento secreto de la comunicación cuando no tienen ni la más repajarolera consciencia de que "el consumidor" pasó de ser un babas manipulable a un hábil manipulador.