En el desfile de suspirantes para la disputa por la silla presidencial del 2010, tocó el turno al Secretario de Hacienda, Ernesto Cordero.   

Ante unos mil empresarios, el secretario dio una conferencia en la que disertó sobre su tema predilecto: la mejora de la economía nacional.

Pero los reflectores para Cordero no sólo los tuvo en la ciudad sino también durante una gira que realizó por la mañana con el gobernador Rafael Moreno Valle al municipio de Atempan.

En los últimos días, Puebla se ha convertido en un polo de atracción para los adelantados suspirantes: el pasado fin de semana, el senador Santiago Creel Miranda asistió a un foro a la Universidad de las Américas, donde se animó a exhibir sus ánimos futuristas.

El sábado lo siguió, en un salón del barrio de Xonaca, el denominado "presidente legítimo", Andrés Manuel López Obrador.  

Cauto, el político express del sexenio, Ernesto Cordero, eludió expresar su posicionamiento sobre los eventuales candidatos del blanquiazul para el 2012.

Al viejo estilo priista, Cordero expresó que su prioridad es estar trabajando como secretario y que será hasta noviembre cuando emita una opinión al respecto; pero eso sí, no eludió los reflectores.

Los compromisos
Con el estilo de los pactos económicos o "peces" con los que los gobiernos del expartidazo en los ochentas alimentaban la esperanza del país en un futuro mejor, empresarios y gobierno firmaron el denominado "Compromisos para la productividad, la estabilidad laboral y el desarrollo económico del estado de Puebla".

Con el vocabulario correctísimo de la relación gobierno y empresarios, este binomio se comprometió a ser responsable respecto del bien común, asumir la obligación para el logro de una economía de mercado socialmente responsable, abandonar actitudes conformistas y acríticas, asumir una nueva ruta de exigencia, participación y corresponsabilidad, orientada a la paz social y el bienestar de las familias y de las personas que propicie el pleno desarrollo de la economía, promueva la libre iniciativa, la creación de empresas, la productividad y la competitividad.

Los compromisos signados incluyen un menú de ocho compromisos, demandas todas ellas de la influyente iniciativa privada local y, asimismo, añejas demandas del ideario empresarial: seguridad pública y jurídica, transparencia, gobierno facilitador, infraestructura, compromisos adquiridos por parte del gobierno.
 
La cúpula empresarial se comprometió a la inversión y la reinversión, el fortalecimiento del empleo, capacitación, modernización e innovación. No obstante, no se mencionaron intenciones para elevar o mantener elementos fundamentales como las garantías o derechos laborales de los trabajadores.

Como testigos de la firma del compromiso se encontraban, además del gobernador Rafael Moreno Valle; el secretario de Hacienda Ernesto Cordero Arroyo; Pablo Rodríguez Regordosa, secretario estatal de Competitividad, Trabajo y desarrollo Económico; Luis Rodríguez Fernández, presidente del Consejo Coordinador Empresarial; Luis Espinoza Rueda, presidente de Canacintra; Ricardo Pérez Güémez, presidente de la CMIC; Francisco Rodríguez Álvarez, presidente del Centro Empresarial de Puebla; Alfredo Arizmendi Domínguez,  presidente de la Canaco; José Luis Hachity Rodríguez, presidente del COMCE; Juan Quintana Moreno, presidente de la Cámara de la industria textil; Luis Javier Cue de la Fuente, presidente de Canirac; Alejandro Vargas Barroso, presidente de la Canadevi.

La mala noticia
Ernesto Cordero Arroyo reconoció que los precios disparados que están alcanzando los combustibles conllevan el riesgo de paralizar las economías del mundo, es decir, que puede haber una desaceleración, lo cual haría más difícil la recuperación económica de países como México.

Admitió que para mejorar la economía del país es indispensable fortalecer las finanzas públicas y mejorar la capacidad de recaudación.