Con la imposición de la ceniza, el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa inició los oficios de Cuaresma y llamó a los católicos a la reflexión con actos de humildad que les permitan mantener el encuentro con Cristo.

En su homilía durante la misa de las 9:00 horas, acompañado por el cabildo eclesiástico y el obispo auxiliar Eugenio Lira Rugarcía, el arzobispo indicó que "los actos de misericordia no deben ser para que todos lo sepan, sino de acciones personales". Ante unas 500 personas reunidas en Catedral, dijo que la Cuaresma es el tiempo más significativo para vivir el proceso de conversión, e indicó que este período es un paso para afianzar la fe.

Sánchez Espinosa dijo que después de los 40 días de guarda se llegará bien preparado a la Pascua, e indicó que cuando como pecadores se reconocen las fallas y se entra al camino de reconversión, se puede encontrar al Dios misericordioso. La Cuaresma ‚Äîdijo‚Äî se trata de un tiempo de oración, sacrificio y obras buenas; quienes hacen el ayuno tampoco deben presumirlo, ya que es una penitencia interna.

"La Biblia dice que si das limosna, no lo anuncies con trompeta para que los alaben, ya que la recompensa se recibirá de otra manera."

En la misa efectuada en la basílica de la catedral, recordó el llamado del papa Benedicto XVI para buscar el encuentro constante con Cristo.

"La opinión común es que la Cuaresma es un tiempo de tristeza, grisáceo. Sin embargo, es un don precioso de Dios, un tiempo fuerte y denso de significados en el camino de la Iglesia hacia la Pascua", afirmó el sumo pontífice ante varios miles de personas que asistieron a la basílica de Santa Sabina.

Benedicto XVI manifestó que la Cuaresma es un tiempo de conversión y que el mundo necesita "ser convertido por Dios, necesita su perdón, su amor, ya que necesita un corazón nuevo".

La tradición Con la imposición de la ceniza y la penitencia (ayuno y abstinencia), comienza la Cuaresma. La ceniza se usaba ya desde el Antiguo Testamento como signo penitencial (cfr. Jb 42,6), inspirándose en "Génesis 2,7": "Dios formó al hombre con polvo de la tierra". En los primeros siglos del cristianismo la imposición de la ceniza era gesto del camino cuaresmal de los "penitentes", pero a partir del siglo X fue común.

El ayuno ‚Äîque debe observarse el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo‚Äî, consiste en hacer una sola comida fuerte al día. La abstinencia, que se obliga a partir de los 14 años, consiste en no comer carne roja, y debe observarse estrictamente el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. Los demás viernes se puede suplir por una especial obra de caridad o de piedad, o por algún otro sacrificio.

La verbena La Secretaria de Gobernación autorizó 60 de los 172 permisos que solicitó la Unión Regional de Antojitos de Puebla para establecer sus puestos de comida en las afueras de las diferentes iglesias de la capital en el Miércoles de Ceniza, aseveró su líder Alejandra Leyva.

Pese a que no se les autorizaron todos los permisos que solicitó, la titular de la agrupación se dijo agradecida con el gobierno que encabeza Rivera Pérez, puesto que mostró mayor sensibilidad que la administración de Blanca Alcalá en el trienio pasado.

En este sentido, señaló que colocaron a 30 de sus agremiados en las afueras de la parroquia de la iglesia de La Merced, mientras que en iglesias como La Villita, Señor de las Maravillas, El Carmen y Santa Clara sólo se autorizaron cuatro espacios para no saturar los atrios, ni laterales de las iglesias con el fin de permitir el paso de los fieles. Además, Leyva enfatizó que el permiso se les otorgó sólo por el miércoles.

Por otro lado, los agremiados de la Unión Regional de Antojitos de Puebla tienen la esperanza de que el municipio les autorice permisos para instalarse en los mismos espacios en la temporada de Semana Santa; sin embargo, aseveraron que aún no se los han autorizado ni han hecho una petición formal, "es la temporada más fuerte donde repuntan las venta, aunque las anteriores estuvieron bajas".

El mensaje El papa Benedicto XVI instó en su mensaje semanal durante la audiencia pública de los miércoles, ante unas 7 mil personas en el aula Pablo VI del Vaticano, el pontífice recordó que durante la Cuaresma la Iglesia pide a sus fieles cumplir los preceptos del ayuno y la abstinencia.

Estableció que, aunque la tradición prescribe el ayuno al privarse de algún tipo de comida, en realidad ese mandamiento comprende también diversos tipos de renuncias para una vida "más sobria" y, sobre todo, el "resistir" al mal. (Con información de Notimex)

A destacar El ayuno consiste en hacer una sola comida "fuerte" al día y la abstinencia es no comer carne, pues el objetivo es pedir perdón a Dios por haberlo ofendido y decirle que se quiere cambiar de vida para agradarlo siempre.