Al mismo tiempo en que el gobernador Rafael Moreno Valle realizó su recorrido light en el metrobús, miles de personas vivieron un víacrucis para poder abordar sus unidades del transporte público.

Pero no solo los usuarios sufrieron, sino además de que los choferes de las nuevas unidades aun se truenan los dedos en la espera de ofrecimientos salariales que esperan sean mejores que cuando manejaban microbuses.

En tanto, el gobernador Moreno Valle acompañado del director de Banobras, Alfredo del Mazo, disfrazó la ruta del metrobús, ocultando problemas de tráfico vehicular y las protestas en diversas colonias, con un impresionante dispositivo de tránsito y social.

Y es que horas antes desactivaron las autoridades de la Secretaría General de Gobierno y del Transporte, la protesta que se gestaba en la colonia Manuel Rivera Anaya, con la promesa de que se remodelarían las viviendas.

Además, no solo se utilizaron agentes viales, sino hasta personal de la Secretaría del Transporte, fungieron como tales, para que el metrobús cruzara sin problemas por la ruta que va desde Tlaxcalancingo hasta Chachapa

Pero ni siquiera gracias porque se despejó la ruta y que solo se hizo una parada de 5 minutos se cumplieron con los tiempos prometidos de 55 minutos de traslado de punto a punto, ya que se pasó por escasos minutos de la hora y eso que no hubo bajadas ni subidas.

 Para el recorrido fueron invitadas distintas personalidades, desde el presidente municipal, Eduardo Rivera Pérez, hasta diputados federales y locales, hasta a Enrique Doger Guerrero, se le vio feliz hablando linduras del proyecto morenovallista.

A todos, el mandatario estatal les hizo esperar más de una hora para llegar acompañado de Alfredo del Mazo e iniciar así el primer recorrido del metrobús por Puebla desde la terminal de Tlaxcalancingo hasta la de Chachapa.

La comitiva fue dividida en dos autobuses articulados, el primero para el gobernador, diputados, directores de medios de comunicación y personal de seguridad.

En el segundo se mandaron a los reporteros y un sinfín de trabajadores de la Secretaría de Transporte, quienes atiborraron la unidad de 140 pasajeros, dándole solo un poco de realidad.

Durante el trayecto fue notoria la falta de señalética al interior de las unidades, por lo que ahora el usuario tendrá que adivinar cuál es la estación que viene o en la que se tiene que bajar.

También se cruzó por varios puentes peatonales sin concluir, mientras a lo lejos los peatones miraban a las unidades cruzar, sin poder utilizarlas aun, a pesar de las promesas morenovallistas.

La única parada se hizo en la estación del distribuidor vial Juárez-Serdán, donde el mandatario estatal, anunció que trataría de convencer en la comida al director de Banobras para invertir en una nueva línea del metrobús, en la 11 Sur-Norte.

Posteriormente, continuó el trayecto, el cual se hizo más lento por todo el boulevard Norte hasta la 10 Poniente, donde el metrobús tuvo que dar una vuelta a la derecha invadiendo carriles.

Para que no hubiera un accidente y ante la falta de un semáforo especial, trabajadores de la Secretaría del Transporte ataviados con chamarras de la dependencia, tuvieron que parar el tráfico, el cual a esa hora ya era muy nutrido.

El paso también fue lento por toda la avenida10 Poniente, cruzando frente al hospital San Alejandro, donde tampoco se hicieron paradas y los automóviles estacionados a la derecha congestionaban aún más la calle.

El mismo caso se registró en la diagonal Defensores de la República, donde al cruzar por la 11 Norte, también se tuvieron que utilizar a agentes viales y trabajadores de la ST, para despejar el camino de la comitiva inaugural.

Desde la China Poblana hasta la terminal de La Resurrección no hubo problema alguno, solo una curva al llegar a dicha estación, la cual al estar tan pronunciada dificultó la maniobra, también sin hacer parada.

Al llegar a la zona de la Manuel Rivera Anaya, creció el morbo de los pasajeros por ver qué tan cerca estaban las casas del puente y si habría protestas.

Lo primero sí se comprobó, pero ni siquiera una manta se pudo observar con protestas de los vecinos, quienes ahora tienen a escasos metros de sus ventanas el cruce de los nuevos vehículos.

Vecinos comentaron a Intolerancia Diario que fue desactivada una protesta apenas horas antes, cuando personal del gobierno de Rafael Moreno Valle, llegaron con la promesa de arreglarles sus casas.

Los mismos vecinos calcularon que las mejoras pueden oscilar entre 200 y 2 mil pesos, con lo que se quedaron tranquilos los vecinos por el momento.

“La verdad es que nos dividieron y convencieron a unos pocos con migajas, ahora que no protesten cuando ya empiece a circular y molestar el metrobús, ya doblaron las manos”, dijo una de las vecinas en entrevista telefónica.

Mientras tanto, el trayecto continuó de manera normal, con la utilización de agentes viales para abrir paso, sobre todo en la colonia Bosques de San Sebastián y de ahí hasta la terminal de Chachapa.

En esta unidad estaban estacionados los camiones de 100 pasajeros y microbuses que servirán de alimentadores, los que contrastaban con los dos helicópteros Agusta.

Las aeronaves esperaban al gobernador para trasladarlo de vuelta a Casa Puebla, sin las molestias del tráfico y para ofrecer la comida prometida a Alfredo del Mazo.

Los trabajos
Solo fueron inauguradas las unidades, pero no abiertas al público, ya que se espera ya funcionen en su normalidad hasta el 28 de enero, como lo comentó el representante y concesionario de la ruta 32 y 32 A, Miguel Ángel Aceves Mendoza.

Los choferes no tienen aun certidumbre laboral, ya que no han sido contratados en forma, como ellos mismos reconocieron a Intolerancia Diario, solo fueron llevados a mover las unidades al evento sin ninguna paga.

—¿Se perdieron empleos con desaparición de unidades y rutas?

—No, definitivamente no—, afirmó Aceves Mendoza.

—¿Cuántos van a estar operando?

—Aproximadamente 240.

—¿Pero por la edad, hay que cubrir cierto perfil, no había más grandes?

—Pocos, se les está considerando y se les está dando todo el apoyo para que entren en la empresa de nosotros.

Pero la realidad es otra, comentaron los choferes a este medio de comunicación, quienes aun continúan laborando de manera normal en sus rutas, y ahora se truenan los dedos por ser contratados.

—¿Oiga y cuánto les van a pagar?

—Aun no sabemos.

—¿Pero ya empezaron a laborar no?

—No, no sabemos nada, nadie nos ha dicho nada en las rutas.

—¿Y cómo vinieron?

—Pues nos dijo el concesionario que había que apoyar y pues venimos, comentó el chofer que aun labora en la ruta 32 y espera incorporarse a la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA), pero solamente si le mejoran las condiciones salariales y laborales.

—¿Cuánto gana en la ruta 32?

—Doy cuenta de mil 300 diarios, más 600 de diesel, me quedaban diario en un mal día de 300 a 400 pesos y en buenos días hasta 700 pesos.

—¿Tendrán que por lo menos emparejarle su ganancia?

—Eso esperamos, habrá que ver, ahorita nada más venimos a hacer la finta que ya estamos trabajando, pero la realidad es que no.

Conflicto vehicular
Mientras se realizaba el primer recorrido con bombo y platillo, miles de pasajeros no sabían a dónde los llevaban las unidades del transporte público que abordaban diariamente y que cambiaron de ruta.

Por ejemplo, ciudadanos que se trasladaban de la unidad habitacional Amalucan en la ruta 32, fueron desviados de su camino para evitar circular por la diagonal Defensores de la República.

Desde el puente de Zaragoza se encontraba al menos una docena de patrullas resguardando el paso del metrobús, y que no hubiera ningún automovilista que osara invadir el carril, a pesar del tráfico.

Asimismo, pasajeros de la ruta 29, en su mayoría universitarios ya no pudieron llegar a la zona de Zavaleta, solamente haciendo el trasbordo de tres unidades.

Por ejemplo, el joven Edmundo Torres tomaba normalmente la unidad en la zona de las oficinas de la Secretaría de Finanzas, pero este lunes ya no llegó hasta ese lugar por el cambio de derrotero.

Tuvo que ir a la esquina con el hospital Betania para abordar la ruta 76 y que lo acercara al centro de la ciudad, sobre la 11 Poniente y ahí sí tomar la ruta 29, la que esperaba lo llevara hasta el bulevar Atlixco, casi para llegar a Zavaleta.

Sin embargo al llegar a la 23 Sur y 27 Poniente, fueron avisados que ya no llegarían a la zona de Zavaleta, que solo los acercarían al centro comercial Angelópolis, ya que existía un operativo para que no cruzaran por donde pasaría el metrobús.

Incluso el operador les recomendó caminar hacia el bulevar Norte y buscar algún microbús que los pudiera acercar más.

Al joven Edmundo como a otros muchos, no les quedó de otra que seguir caminando, mientras se presumía al metrobús como una mejora para los ciudadanos.