El analista político de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Manuel Díaz Cid, descartó que en la historia reciente del país se vuelva a repetir un movimiento similar a la matanza de 1968 en Tlatelolco, pero además, en ese contexto, afirmó que entre la juventud —y particularmente entre los universitarios— pierden jerarquía las causas sociales.

En el marco de la presentación del libro México 1968. ¡¿Otra historia?!, el politólogo de esta casa de estudios lamentó que en la vida actual del país las causas sociales pierdan importancia, especialmente entre la comunidad universitaria, que está enfocada en temas como su formación profesional.

“Vemos que la juventud del país está enfocada en terminar su carrera, para después obtener beneficios en el ejercicio de su profesión.”

Desde la perspectiva del investigador poblano, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) propició las condiciones para detonar el movimiento del 68, el cual estaba ligado a la lucha por el poder para la sucesión presidencial, mismo que benefició al entonces secretario de Gobernación, Luis Echeverría Álvarez.

Acompañado de los co-atures del libro, Alejandro Guillén y Ángel Chama, el catedrático investigador de la UPAEP reveló que ese movimiento fue motivado desde afuera para darle una semejanza con lo que en ese momento ocurría en otras partes del mundo.

“Tuvimos el desencanto de muchos jóvenes que se vieron atrapados en medio de un escenario que estaba diseñado para generar controversias y que fue activado a base de la presencia de granaderos.”

Díaz Cid reveló que el trabajo editorial presentado en el palacio municipal de la ciudad de Puebla duró cinco años de ardua reflexión, y plantea que el 68 dejó de ser un tema polémico.

“El movimiento estudiantil y los acontecimientos alrededor del fatídico 2 de octubre de 1968 se han trasladado de la mesa de discusión critica y el análisis, al altar del rito y la mitología.”

Es por eso que reveló que el objetivo del texto presentado el pasado martes por la tarde-noche es analizar, desde la perspectiva política, el movimiento estudiantil y sus consecuencias.

Ante eso, el politólogo destacó que es muy difícil que en la actualidad vuelva a gestarse un movimiento de esa magnitud, ya que los jóvenes de hoy están más interesados en cuestiones materiales que en luchar por sus ideales.