Pese a las presiones que recibió la administración municipal por parte de políticos, de funcionarios y empresarios poderosos para obligar la apertura de casinos en la capital, el presidente municipal Eduardo Rivera aseguró que no se someterá a ese tipo de amenazas.

Durante estos casi tres años, el alcalde poblano recibió presiones para la apertura de al menos cuatro casas de apuestas en la capital.

Ante esto, advirtió que aun con este tipo de presiones no cederá a entregar las licencias correspondientes para la apertura de estos lugares, a pesar de que tiene conocimiento de que se han acercado a la comuna para que a base de presiones políticas se permita la apertura de estos lugares.

El alcalde precisó que no se permitirá la apertura de este tipo de empresas de manera preventiva, para evitar que se corra el riesgo de que se vinculen con el crimen organizado.

Rivera Pérez reconoció que incluso los empresarios que se dedican a este giro comercial lo trataron de presionar, sin embargo, aseguró que se trata de una convicción que sólo busca mantener a Puebla como una de las ciudades más tranquilas y seguras.

“Reitero, ha habido esas presiones, ha habido esas solicitudes algunas de éstas de tipo político, pero reitero que no voy a entrar a ese juego tampoco y he sido muy claro con ellos, en mi administración no vamos a otorgar ni un sólo permiso”.

El encargado de gobernar la ciudad aseguró que hasta el momento no se ha generado ningún tipo de orden emitida por un juez para obligar a su administración a otorgar los permisos de construcción, por lo que hasta el momento se mantendrá firme y claro en seguir sin este tipo de negocios.

Rivera Pérez sentenció que esta “mano firme” no sólo es para los casinos, sino también se va a aplicar para “antros” y “giros rojos”, y un ejemplo es que en su gobierno se han clausurado más de 30 negocios por irregulares, más otros 30 más por permitir el ingreso de menores de edad.

El alcalde reiteró que en el caso de los seis que hay en la capital poblana, los casinos deberán funcionar en total apego a la ley pues, de lo contrario, el ayuntamiento estará aplicando las sanciones correspondientes o llegará hasta la clausura si es necesario.

Por ello, sentenció que en esta administración no entregará un sólo permiso para la apertura de estas casas de apuesta en la capital, pese a tener el aval de la Secretaría de Gobernación Federal, única instancia en dar licencias para este tipo de establecimientos.

“Al menos en esta administración municipal no se otorgará ninguna licencia de funcionamiento para la apertura de algún casino, esto pese a presiones que hemos recibido”.

Rechazan apertura de cuatro casinos en Puebla


Durante al menos dos años y medio el ayuntamiento de Puebla rechazó la propuesta para la apertura de cuatro casinos que intentaron instalarse en la capital del estado y que tenían la anuencia de la Secretaría de Gobernación Federal.

De hecho, se tienen contabilizados 550 casinos que fueron autorizados con licencias federales para instalarse en México en la época de Felipe Calderón, de los cuales 320 que se instalaron en el país, mientras que hay otras 200 que están en trámite de apertura.

De éstas, en el caso de Puebla se recibieron cuatro propuestas para apertura de nuevos casinos, mismas que fueron rechazadas por la actual administración de Eduardo Rivera, para evitar la proliferación de estas casas de juego.

Todas las solicitudes que se recibieron paras la apertura de estos centros de apuestas no fueron autorizadas.

Aun cuando la Secretaría de Gobernación Federal puede entregar licencias de operación de los casinos, ya es facultad de los gobiernos locales dar la anuencia para su apertura física, situación que no se ha hecho ni se hará en lo que resta de esta administración municipal.

Estas cuatro solicitudes para la apertura de casinos buscaban instalarse en plaza San Pedro, avenida Juárez, 31 Poniente y La Paz, pero no fueron autorizadas.

Al momento hay seis casinos en la capital, de los cuales el Play City de la 25 Sur, esquina con avenida Juárez, permanece clausurado por adeudos fiscales con el ayuntamiento, por impuestos por rifas y sorteos.