A Delfino Flores Melba lo despidieron con una rueda de prensa, una misa en la iglesia de la Cruz y un último paseo de sus restos por el centro de la ciudad de Puebla.

En un acto póstumo, un puñado de sus amigos y familiares pasearon el féretro de madera de Delfino Flores Melga por el centro de la ciudad.

Paradójicamente, Flores Melga fue detenido el marzo del 2013, cuando caminaba por el Portal Morelos. Él y su compañera Porfiria Flores Tlamintzi fueron aprehendidos en marzo del 2013 por la toma de un terreno en San Jerónimo Caleras.

Un cortejo fúnebre enardecido se dirigió a los centros simbólicos del poder estatal.

En Casa Aguayo, un cordón de policías estatales con sus escudos recibió la airada y reducida protesta.

En el aire se perdían algunas consigas y gritos del enardecido contingente.

A las puertas del “Charlie Hall”, sede del poder municipal, las puertas se cerraron mientras las gargantas del puñado de seguidores se desgañitaban.

Los transeúntes volteaban ante el altercado verbal.

Los rasgos de sentirse sorprendidos cedían ante la sorpresa del ataúd cargado en hombros.

Al llevar el ataúd al asta bandera se oyeron las palabras de indignación en contra de las autoridades estatales por negarle a Flores Melba, luchador inspirado en el zapatismo urbano, que purgara su condena en condiciones humanitarias.

A Delfino Flores Melga lo despidieron como a un luchador social.

Con el féretro de madera a cuestas familiares y amigos de Delfino Flores Melba, el activista de la vivienda popular, caminaron con su indignación a cuestas.

A Delfino Flores Melga sólo pudieron sacarlo del Cereso muerto el pasado martes.

Las autoridades no atendieron las peticiones de familiares de Flores Melba para que purgara su condena en su domicilio. La familia aludió a la edad avanzada de Flores Melga.

Flores Melba provenía de las filas de la izquierda. Pero no se trataba de un izquierdista típico, burocrático, de esa izquierda satelital y paraestatal.

Durante las administraciones de Mariano Piña Olaya, Manuel Bartlett y Mario Marín, Flores Melga se dedicada a promover la vivienda popular.
Indagaba qué terrenos eran federales. Y con gente pobre se aposentaba en los terrenos.

Flores Melga primero investigaba y luego tomaba los terrenos. Pero su trabajo no culminaba ahí.

Gestionaba la regularización de los mismos.

Pero a diferencia de las decenas de “líderes” dedicados a la toma de tierras, Flores Melba no les cobraba a los colonos.

El activista no hacía negocio con las tomas de tierras. Y cuando algún secretario de gobierno o funcionario gubernamental quería “negociar” con él, lo que exigía era la regularización de las tierras. 

De ahí que Melga pasara varias temporadas en las cárceles poblanas. En un ir y venir por su actividad inspirada en los ideales zapatistas.

Melba cargaba en una bolsa los papeles para gestionar los procesos.

Y muchas veces Flores Melga buscaba la legalización de los terrenos tomados.

En una ciudad donde la mancha urbana crece desordenadamente. En una zona metropolitana donde se especula con la industria inmobiliaria, Flores Melga era inédito.

El activista buscó a universidades para que desarrollaran proyectos de vivienda popular y encontró eco en la UPAEP.

Flores Melga participó en el PSUM, pero su trabajo estuvo desligado de las estructuras partidarias de la izquierda. 
 
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Por la mañana, integrantes del MAS y de otras agrupaciones condenaron la muerte de Flores Melga.

En el León Rojo, una suerte de paradero de prensa de los grupos sociales inconformes con políticas de gobierno, militantes de este grupo se lanzaron en contra de la administración estatal.

El León Rojo, frente al zócalo de la ciudad, algunos de los declarantes como Marco Antonio Mazatle, líder del Movimiento Alternativa Social (MAS), acusó al gobierno de Rafael Moreno Valle de desatender la recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

El organismo, explicó Toño Mazatle, para que, por humanidad, permitiera la reclusión domiciliaria del luchador social.

“El autoritarismo y fascismo de este gobierno determinó que fuera encarcelado pese a su avanzada edad, y además por un delito que ni siquiera es grave”, señaló Mazatle, quien fuera candidato a regidor en la pasada contienda electoral.  

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El paso del contingente era desordenado.

Frente al Congreso del estado que recientemente aprobó una ley de expropiación, conocida popularmente como “ley despojo”, los seguidores reclamaron la pasividad de los diputados.

Y hallaron el silencio legislativo.

El cortejo caminó por varios puntos de la capital poblana, en protesta por la muerte del activista Delfino Flores, quien falleció en el Penal de San Miguel a los 90 años, pese a que la CNDH pidió que el dirigente viviera su proceso fuera de la cárcel.

Amigos y familiares recordaron a Delfino Flores Melba.

Que luego de la marcha sus restos fueron depositados en el panteón de Santo Tomas Chautla.