Los ladridos y la algarabía que se ha vivido en la mañana de este sábado en los entornos de la iglesia de San Antonio comenzaron a escucharse a partir del mediodía. Este sonido que se repite cada 17 de enero con mayor o menor intensidad recuerda a los palentinos que ha llegado la festividad de San Antonio Abad, patrón de los animales, una fecha que congrega a las puertas del templo a numerosas personas que acuden con sus mascotas para recibir la bendición del sacerdote y cumplir así con una tradición muy arraigada.

Los fieles de San Antonio Abad, se acercaron al templo para que sus mascotas –desde perros, peces, tortugas y pájaros– fueran bendecidos por los sacerdotes del templo de San Antonio Abad.

“Estamos contentos de que los poblanos sigan la tradición para que no se pierda, aunque ha cambiado con los años, ya que antes se solían traer caballos y mulas, pero con la mecanización del campo eso ha desaparecido y se cambian por mascotas”, dijo el párroco.

El hecho de que la festividad cayera en sábado ha hecho que muchos más niños y jóvenes hayan podido participar en la bendición. Este es el caso de los hermanos Adrián y Rosa Luna, quienes, aprovechando que no tenían clase, llevaron a sus cachorros a recibir la bendición y de paso ellos también. En esta ocasión Ana María Martínez participó en los actos de San Antonio Abad, el patrón de los animalitos. Ella fue acompañada por su loro, de ocho años, y su can, al que sacó a pasear al templo para garantizarle buena salud.

En su casa dejó otros pájaros, otros dos loros y varios periquitos y canarios. “Llevaba queriendo venir hace mucho tiempo atrás, pero nunca podía y este año por fin lo he conseguido”, señalaba satisfecha la joven mientras sacaba de su transporte a su perro.

Frente a la novedad que supuso San Antón para algunos animales, para otros es ya toda una costumbre, como para Radar, una perrita cooker spanish que nunca ha faltado, aunque este año su dueña, Anastasia, la llevaba abrigada.


San Antonio

San Antonio Abad nació en Egipto hacia el año 250, y era hijo de acaudalados campesinos. Tras la muerte de sus padres, San Antonio repartió todos sus bienes entre los pobres y se retiró al desierto. A partir de entonces se han creado varias leyendas que se entremezclan con su vida real.

Durante una celebración eucaristía escuchó las Palabras de Jesús: “Si quieres ser perfecto, ve y vende todo lo que tienes y dalo a los pobres”. Palabras que tomó y aplicó literalmente. 

Tras el traslado de sus reliquias al Delfinado, su fiesta se estableció el 17 de enero, día en que se celebra en muchas regiones con diferentes ceremonias y costumbres.

Marca la tradición que el 17 de enero, aprovechando la festividad de San Antonio Abad, en algunas iglesias se bendicen a todos los animales sin distinción (perros, gatos, caballos, gallinas, vacas, cerditos, cabras, pájaros, etcétera). ¿Por qué se celebra este día?
Según cuenta la historia, San Antonio Abad en medio de la vida austera que llevó, descubrió la sabiduría y el amor divinos a través de observar a la naturaleza. De esa revelación, adquirió la costumbre de bendecir a los animales y a las plantas. A partir de su muerte, San Antonio Abad fue invocado como patrón de los ganaderos y protector de los animales domésticos.

A San Antonio Abad se le representa como un anciano, con el hábito de su orden y con un cerdo junto a sus pies. Se dice que se le representa con dicho animal porque se tenía la idea de que el cerdo era un animal impuro y al colocarlo domado junto a sus pies se indicaba que vencía la impureza. Cuentan que una vez se le acercó una jabalina con sus crías ciegas, las curó y desde entonces la hembra no se le separó, para protegerlo.

En el Metro, transporte colectivo de la ciudad de México, una estación de la línea 2 lleva el nombre de San Antonio Abad.

Además se festeja en este día el traslado de sus reliquias a la provincia francesa del Delfinado y la fiesta de San Antonio Abad es una de las más especiales para la comunidad campesina.

En muchos lugares la celebración es para recordar a las personas que trabajan con animales que deben guardar un respeto por el medio ambiente y por la seguridad alimentaria de los ciudadanos, por eso San Antonio Abad también es el santo patrono de los carniceros.