El Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) anunció el proceso de expulsión de Leobardo Soto Martínez, Maritza Marín Marcelo, Vanessa Barahona de la Rosa, así como Francisco Jiménez Huerta, por haber traicionado al instituto político en el pasado proceso electoral.

En conferencia de prensa -encabezada por el líder estatal Lorenzo Rivera Sosa-, el secretario jurídico Mario Conde anunció que se entregaron los expedientes a la Comisión de Justicia Partidaria, a fin de que sea dicha instancia la que determine si procede la expulsión de los militantes señalados.

De acuerdo al procedimiento, aclaró, los señalados podrán comparecer y defenderse en caso de que consideren que no incurrieron en ninguna falta.

Asimismo, aclaró que no hay una fecha que se tenga definida para que se concrete la expulsión, y todo será conforme a los estatutos del partido.

Además, indicó, se están preparando 36 expedientes más de militantes que actuaron en contra del partido en los pasados procesos electorales, y por derecho a la secrecía no se pueden manejar los nombres.

Sin embargo, al insistirle si en la lista se encuentra el nombre de Javier López Zavala, el representante confirmó que el expediente está en proceso.

Destacó que el Comité por sí mismo no puede iniciar los procesos de expulsión si no existe una denuncia de por medio, en este caso, las pruebas fueron aportadas por los militantes.

En su intervención, el presidente del Comité Directivo Estatal (CDE), Lorenzo Rivera Sosa, hizo un llamado a los militantes del PRI a presentar sus denuncias y las pruebas correspondientes en contra de otros personajes que han sido señalados como operadores de otros institutos políticos durante la elección extraordinaria que culminó con la votación del pasado 2 de junio.

Cabe destacar que para que el Comité inicie el proceso de expulsión debe existir una denuncia y pruebas irrefutables, de lo contrario, el denunciante puede ser expulsado del partido por difamación grave.

Conde Rodríguez destacó que no es posible determinar un periodo de tiempo en el cual existirá un resolutivo, pues hay casos que se alargan hasta nueve meses, además, los señalados tienen el derecho a defenderse si consideran que no incurrieron en alguna falta.

Finalmente, Rivera Sosa criticó el trabajo del Gobierno Federal y los recortes que han sufrido los programas sociales porque eso ha afectado a las personas más desfavorecidas.

Sin fracturas

Por otra parte aseguró el dirigente estatal, Lorenzo Rivera Sosa aseguró que el proceso interno para renovar el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional no generará fracturas y por el contrario fortalecerá la unidad entre los liderazgos y militantes de cara a la elección intermedia de 2021,.

Dijo que Alejandro Moreno Cárdenas e Ivonne Ortega Pacheco, así como sus compañeros de fórmula, son perfiles con la experiencia y trayectoria suficiente para asumir la dirigencia nacional del PRI y dirigir al partido con un rumbo definido hacia el futuro.

Expresó que la militancia deberá participar activamente en este proceso interno asumiendo con responsabilidad su derecho a elegir a su presidente nacional y al mismo tiempo fortalecer su estructura en los 217 municipios de Puebla.

Aseguró que a partir de la decisión que tomen en libertad los priistas comenzará el trabajo de reconstrucción del Revolucionario Institucional de cara a la elección de 2021, en la que se renovarán las presidencias municipales, diputaciones locales y federales que corresponden a Puebla.

"Son dos personajes con una gran experiencia y con un gran compromiso con nuestro partido y con la sociedad por lo que estamos seguros que el 11 de agosto cuando los priistas tendremos la oportunidad de emitir nuestro voto saldremos muy fortalecidos y en unidad".

Dijo que el proceso interno será con reglas claras y los comités estatales han dado el voto de confianza a la dirigencia nacional para que lleve a cabo la renovación de la dirigencia y haya una recomposición del PRI.

Sostuvo que durante la elección extraordinaria los priistas lograron la unidad y eso permitió alcanzar buenos resultados, a pesar de que compitió sin coalición, no solo en contra de seis partidos políticos que jugaron en alianza, sino de autoridades municipales y los Gobiernos estatal y federal.