La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que a consecuencia de las medidas de confinamiento ante la emergencia sanitaria global provocada por la pandemia del coronavirus, los índices de depresión y suicidio podrían dispararse de forma considerable.

De acuerdo con la OMS, cada 365 días el mundo suma 800 mil suicidios, lo cual lo coloca como la segunda causa de muerte en el mundo.

En ese sentido, los expertos de la OMS coincidieron en la importancia de la interacción social.

"El hecho de no tener contacto o apoyo social, perder la rutina del día a día, no tener un motivo para levantarse como ir a trabajar, la incertidumbre de la situación en la que vivimos, en donde cada día son más los contagiados o fallecidos, y el hecho de que salir a la calle se vuelve deprimente".

La especialista Montserrat Lacalle, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya, España, destacó que la medida de aislamiento afecta a todos, pero no de la misma manera, pues quienes tienen factores de riesgo puede desencadenar una depresión o un bajo estado de ánimo, volviendo aún más vulnerables para tener una conducta suicida.

De acuerdo con Lacalle, la persona que intenta suicidarse sabe, en el fondo, que busca aliviar su sufrimiento, pues al no poder continuar adelante con esa situación adversa, la única salida que ve es quitarse la vida.

Para la especialista, la pérdida de un ser querido por la pandemia del COVID-19 desencadenará un "duelo patológico", aún más complicado de sobrellevar por la falta de una despedida tradicional.

No poder decir 'adiós' de la persona, no ver el féretro o no haber podido realizar rituales religiosos o funerarios genera en el familiar lo que los psicólogos consideran "duelos complicados".