Este viernes el Instituto Electoral del Estado en sesión ordinaria aprobará la destrucción de las boletas y papelería electoral sobrante del proceso electoral 2017-2018, donde la elección a gobernador fue controvertida debido a presuntas irregularidades que se presentaron durante y después de la jornada.

De acuerdo con el orden del día dado a conocer para la sesión ordinaria, se contempla la aprobación de la destrucción del material electoral, el cual se encuentra aún en bodegas y legalmente tiene que ser destruido.

Fue el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación el que ordenó que se hiciera el recuento de los votos, luego de presuntas irregularidades en el traslado y resguardo del material electoral, además de lo cerrado de la contienda.

El 29 de septiembre de 2018, luego de cinco días, finalmente concluyó el recuento voto por voto de la elección a gobernador de Puebla de las más de 3 millones 700 mil boletas. Funcionarios y representantes de partidos terminaron la revisión de los 7 mil 486 paquetes electorales correspondientes a la elección de gobernador.

Morena, tras el recuento de votos ordenados por el Tribunal, aseguró  que quedaron en evidencia irregularidades como boletas sin los dobleces del día de la elección, las urnas vacías o con votos de más a los permitidos así como la violación de los paquetes electorales.

En la sesión del Tribunal del 8 de diciembre de 2018, en votación dividida, se declaró ganadora de la contienda a Martha Erika Alonso Hidalgo.

Todo conforme a la ley

Días antes  del fallo final del TEPJF, Jacinto Herrera Serrallonga, en entrevista con Intolerancia, sostuvo que no existían elementos para la nulidad de la elección a gobernador, al indicar que el resguardo de todos los paquetes electorales se efectuó de acuerdo a la normatividad que  pide el Instituto Nacional Electoral (INE) y aseguró que la bodega solo cuentaba con un acceso habilitado.

Herrera Serrallonga dio respuesta tres días después a la filtración del proyecto de sentencia dado a conocer por el magistrado José Luis Vargas Valdés, en el que se pedía además de la nulidad de la elección a gobernador, la remoción de los consejeros electorales.

El funcionario electoral indicó que los señalamientos hechos por Vargas Valdés  se trataban de un punto de vista particular del magistrado, referente a las impugnaciones que se presentaron en contra del resultado de la elección a la gubernatura, y no contempla a todos los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y no es un documento definitivo.

Dijo que tras el conteo el instituto tomó la determinación de resguardar los paquetes electorales y tener la posibilidad de poder cumplir con los requerimientos que determinaran las diversas autoridades electorales.

Sostuvo que los paquetes electorales de la elección a la gubernatura, desde su salida de las casillas hasta el momento en que se entregaron a la autoridad federal, estuvieron resguardados en los recintos oficiales destinados para ello bajo la responsabilidad de funcionarios electorales facultados y lo más importante, custodiados por las fuerzas de seguridad pública.

El entonces  consejero presidente sostuvo que los paquetes nunca estuvieron abandonados o en posesión de personas no autorizadas y por lo tanto no existió manipulación de su contenido.

Al referirse a las condiciones de la bodega central del Instituto, dijo que  en la misma se han resguardado los paquetes electorales desde 1998, es decir, en dicho sitio se ha almacenado la paquetería electoral de 8 elecciones ordinarias y 6 elecciones extraordinarias, sin que exista en todo ese tiempo ningún antecedente de incursión no autorizada a dicho espacio.

Precisó que el área destinada para el confinamiento de los paquetes electorales contaba con un solo acceso habilitado, que en todo momento estuvo resguardado, permitiendo sólo la entrada de los funcionarios electorales autorizados para ello.

El consejero aseguró que en las diversas diligencias de concentración de los paquetes electorales, los partidos políticos fueron debidamente notificados de las fechas y horas en que cada uno de los paquetes que estaban en los organismos transitorios iban a ser traslados a la bodega central. Los representantes de los partidos conocían las instalaciones y tuvieron en todo momento la oportunidad de acompañar los traslados o asistir a la bodega para verificar el estado en que se encontraban.