Al valorar los estímulos fiscales anunciados por el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta para aminorar los estragos económicos generados por la pandemia del Covid-19, la presidenta de la Canirac Olga Méndez Juárez advirtió que son acciones bienvenidas pero son paleativos insuficientes. 

El panorama dramático que enfrenta el sector alimenticio servido en mesa proyecta el cierre definitivo de 10 mil 700 unidades económicas en los 217 municipios de la entidad si el servicio "para llevar" se prolonga después del lunes 25 de enero, cuando concluye el actual decreto denominado de  alerta máxima. 

La presidenta de la industria restaurantera recordó que los beneficios anunciados ya estaban contemplados en la Ley de Ingresos 2021. 

Refrendó que si después del lunes 25 la  autoridad determina ampliar el decreto o el periodo en que no se permita a los comensales estar en los establecimientos, se perderán un promedio de ocho empleos directos por cada restaurante que cierre.

"Sin duda, la exención del Impuesto Sobre Erogaciones por Remuneraciones al Trabajo Personal (conocido como ISN), de enero a marzo, para las empresas de uno a 10 trabajadores, será un aliciente para la subsistencia", señaló.

Además la reducción del 50 por ciento de este impuesto para las empresas de 11 a 50 trabajadores dijo será importante, al igual que el diferimiento de pago para las empresas con más de 50 empleados. 

"Tres meses de ayuda son bienvenidos, pero recordamos que la afectación que arrastran nuestros negocios data de marzo del 2020, por lo que este esquema es benéfico, pero resulta solo un paliativo para la pérdida de empleos que ha tenido la entidad de 37 mil 788 plazas formales en la pandemia, de acuerdo al IMSS".