Los artesanos se inconformaron por la falta de información y la intensión de dividir a los 200 comerciantes de esta zona para reducir los espacios y el número de los comerciantes que por más de 35 años han ocupado en el lugar.
Para esto, el secretario de Gobernación municipal, Pablo Montiel Solana y el director de Concentración de Espacios Públicos, Miguel Navarro, han decidido no reconocer las dos organizaciones que agrupan a estos artesanos y que el municipio ha hecho a un lado, para iniciar el padrón de los comerciantes.
Carlos Tabales Melgarejo, líder de la Unión de Vendedores “Adolfo López Mateos”, denunció que con la entrada en vigor de las modificaciones al Coremun, el municipio ha iniciado los acercamientos de manera individual con los artesanos para reordenar la zona.
Sin embargo, aseguró que la intensión de ambos funcionarios es generar un caos como el de la zona de Analco, con la finalidad de poder dividir y hacerse cargo de los espacios libres para negociar con estos lugares.
Ante esto, tanto este líder como la dirigente de la segunda agrupación, Gloria Cabrera, exigieron que se les reconozca como representantes de esta zona, ya que hasta el momento el municipio los ha hecho a un lado para negociar con los artesanos para que la gente se vuelva presa fácil.
Asimismo, aseguraron no estar en contra del proceso de modernización del lugar, aunque —dijeron— los funcionarios municipales sólo intentan sacar negocio con los espacios que quedaran vacíos, por lo que presentarán la documentación correspondiente para que les respeten su derecho a organizarse, como lo han hecho los comerciantes ambulantes y los artesanos de la zona de Analco.
Cabe destacar que en el mes de septiembre, el cabildo de la ciudad de Puebla aprobó la “regularización” de cuatro tianguis del jardín de Analco, del callejón de Los Sapos, del callejón del Variedades y el de la plaza John Lennon, a un costado del edificio Carolino de la UAP, todos ellos ubicados en el Centro Histórico.
Sin embargo, esta “regularización” trae consigo el recorte de hasta 50 por ciento de los espacios de venta que actualmente existen en estos lugares, lo que —de acuerdo con informes del propio cabildo— generará nuevas protestas de familias que sobreviven con sus negocios instalados en estos espacios, lo que será una consecuencia que no calculó el gobierno panista que encabeza Eduardo Rivera Pérez.
La medida fue aprobada por todas las fracciones representadas en este cuerpo colegiado, incluida la del PRI, partido que no mostró ninguna oposición a esta nueva ofensiva del gobierno capitalino contra los comerciantes semifijos.