Ante la falta de tiempo, errores administrativos, el proyecto ejecutivo que se entregó incompleto, así como problemas legales, fueron las causas por las que el gobierno municipal de Puebla no pudo acceder a los recursos para este proyecto.
Aristarco Cortés Martín, delegado en Puebla de la Secretaría de Economía, admitió que uno de los factores es que fue poco el tiempo en el que el ayuntamiento presentó dicho proyecto, pues fue a finales del año anterior cuando se hizo y por lo menos se requieren dos años como mínimo para hacer una valoración real sobre la factibilidad del mismo.
El delegado en Puebla de esta secretaría precisó que se trata de un proyecto complicado debido a que se trata un tema de presentar un proyecto viable y bien sustentado, situación que no ocurrió porque se tuvo que modificar “en el camino”.
El funcionario federal aseveró que la delegación exigió en su momento un proyecto terminado situación que no ocurrió por problemas legales de posesión del rastro y las licencias de funcionamiento que no se tenían por la falta de la declaratoria de organismo público descentralizado Industrial de Abasto Puebla.
Además, precisó que también se conjuntó que el cierre de la actual administración de la Secretaría de Economía tuvo que cerrar anticipadamente los proyectos por el proceso electoral anterior, así como por el cambio de gobierno que se viene el 1 de diciembre de este año.
Señaló que incluso los recursos de la primera etapa de este proyecto se pusieron en riesgo desde un principio debido a que se trataban de varios millones de pesos (alrededor de 40) que tardarían en bajar de la propia secretaría federal por el cierre de la administración y por el proceso de entrega-recepción de la dependencia.
El delegado federal reiteró que en el proceso de la presentación del proyecto faltaron varios requisitos que se fueron cubriendo paulatinamente sobre la marcha para consolidar dicho proyecto.
Al respecto, enfatizó que otro aspecto que retrasó la aprobación de los recursos federales fue la cuestión de que no se tenían cotizaciones finales por parte de particulares interesados en el proyecto, así como el proyecto ejecutivo, situación que salió de las manos del ayuntamiento.
Actualmente la primera etapa de este proyecto costaría alrededor de 40 millones de pesos, los cuales se gestionaron ante la Secretaría de Economía Federal dentro del Programa de Competitividad en Logística y Centrales de Abasto (Prologyca) y con recursos propios del ayuntamiento.
En este momento la comuna emitirá en breve la licitación pública para que sea a través de una empresa privada la conversión del rastro municipal en uno Tipo Inspección Federal (TIF).
Sin embargo, la cartera de proyectos que se heredará a la próxima administración federal incluye el rastro TIF para Puebla, por lo que en caso de tener una segunda etapa contemplada habrá tiempo para acceder a los recursos siempre y cuando el ayuntamiento de seguimiento al proceso.