El ayuntamiento de Puebla buscará frenar el crecimiento desordenado de la marcha urbana, misma que “se ha comido” de manera irregular un 50 por ciento.

De acuerdo con cifras de 2011, en la capital poblana por cada cinco metros cuadrados de cemento que aparecen por día, sólo crecen 40 centímetros de jardines y áreas verdes.

Este aspecto se agrava cuando se evidencia que 2.5 metros cuadrados de áreas verdes por habitante, cuando la norma internacional establece 8.5 metros cuadrados por habitantes.

En los últimos 16 años la superficie per cápita de áreas verdes se redujo 5 por ciento, lo que debido al crecimiento de la mancha urbana y deterioro de la calidad del agua el municipio sólo cuenta con 13 por ciento del total de cuerpos de agua. Y es que en caso de seguir el crecimiento desmedido por la invasión de predios, en 10 años se corre el riesgo de perderse las 4 mil 220 hectáreas de zonas boscosas que le restan al municipio.

En los últimos 15 años se ha perdido 25 por ciento del total de bosques y que de éste, 95 por ciento se debe por el aumento poblacional.  Como consecuencia, aproximadamente se pierde por año alrededor de 3 a 4 por ciento de las reservas por la falta de vigilancia en el crecimiento urbano de la ciudad.

El director del Implan, Luis Olmos Pineda, destacó la urgencia de frenar la expansión urbana en desorden porque se han afectado reservas territoriales que hoy prácticamente desparecieron en la capital y su zona metropolitana.

El funcionario municipal destacó que se buscará implementar un sistema para proteger adecuadamente las reservas territoriales de la capital a través de trabajos de colaboración con el gobierno del estado y municipios ubicados en la zona metropolitana.

Olmos Pineda destacó que la estrategia está encaminada a la protección de reservas como Valsequillo, La Clera, El Tenzo, San Miguel Canoa y la zona sur de la ciudad, lugares que en años anteriores registraron el mayor crecimiento de la mancha urbana.

El director del Implan precisó que por lo menos desde hace 30 años se ha permitido este desorden urbano, por lo que estas estrategias son a mediano y largo plazo, para proteger las áreas de reserva que aún hay en la capital.

Cabe destacar que 60 por ciento de la población en la capital poblana no puede acceder a la oferta de vivienda, por lo que la autoconstrucción y la falta de equipamientos urbanos son el resultado de esta falta de oportunidades.