Las estadísticas oficiales demuestran por qué se ha complicado la aplicación de la Ley General para el Control del Tabaco. En algunos antros, donde nos se ha respetado la medida, además de la falta de vigilancia de las autoridades.
La tendencia de fumadoras en Puebla ha crecido en lugar de haber disminuido, sobre todo por lo fácil que es para un menor de edad comprar cigarros, los cuales los puede conseguir en cualquier establecimiento sin problema por la edad.
El combate a medias
Aunque en Puebla, recientemente se crearon los Centros Nueva Vida, donde médicos, trabajadores sociales y psicólogos trabajan con quienes desean superar su adicción, no está abierta al público tan fácilmente, ya que primero tienen que ser canalizados a través de los servicios de Salud de Puebla.
El Consejo Mexicano Contra el Tabaquismo, inició en el estado la campaña “Hablemos Hoy de Tabaquismo”, la que tiene como objetivo involucrar a médicos, psicólogos, enfermeras y trabajadores sociales en la lucha contra el tabaco.
La campaña buscó resaltar la oportunidad que cada profesional de la salud posee para aconsejar a las personas acerca de por qué y cómo dejar de fumar.
La campaña fue difunda a través de las distintas instituciones de salud, hospitales y consultorios del estado de Puebla, así como a través de la página web www.hablemoshoydetabaquismo.com.mx
El 31 de agosto de 2009, la Secretaría de Salud certificó a 22 plazas comerciales y tiendas de autoservicio como “Espacios 100 por ciento libres de humo de tabaco a plazas comerciales”.
Tal vez centros comerciales como El Triángulo de Las Ánimas, Plaza Dorada y Angelópolis entre otros, son lugares donde sí se respeta la medida.
La Ley General para el Control del Tabaco entró en vigor el 30 de junio del 2009, la que impide fumar en espacios comerciales, laborales o de gobierno, además prohíbe vender cigarros sueltos.
Quien viole estas normas serán acreedores de multas de cien hasta mil salarios mínimos. La Ley contra el Tabaco en su aplicación nacional permite establecer áreas destinadas para fumar siempre y cuando cumplan con una zona aislada, que no sea paso o tránsito, que no haya servicio para consumo y cuenten con el sistema de ventilación que evite que el humo llegue a los no fumadores.
La realidad de la fumada
Pero en los antros, bares o discotecas se viola la aprobada ley antitabaco, lo que parece no molestar a los mismos clientes de estos lugares.
Dicha normativa está quedando en el papel, cuando en dichos establecimientos se fuma indiscriminadamente sin temor a alguna represalia.
Aquí es más fácil mencionar a los pocos lugares que respetan la conocida entre los jóvenes como “Ley antichacuaco”, como son el Bull McCabe o el Paris, en San Andrés Cholula.
Sin embargo en la mayoría de los establecimientos no se prohíbe fumar, ni siquiera se hace el intento por evitarlo. Tal es el caso del antro Time de la Isla de Angelópolis, donde hasta ceniceros colocan en sus mesitas.
Y es que la Secretaría de Salud estatal no ha metido “mano dura” en el asunto, inclusive sigue realizando visitas de información a los antros y no de regulación o sanción como lo marca la ley.
Personal de la Dirección de Regulación Sanitaria señaló en anonimato lo primordial no estar regulando sino fomentando la cultura a no fumar, “quien fume debe de hacerlo en los lugares donde indica”.
Pero es tal la anarquía que se vive en antros, que algunos negocios a los que concurren los jóvenes vende cigarros a diestra y siniestra, los que adjuntan a las cuentas de los parroquianos, a quienes no les importa pagar casi el doble por el producto.
En un recorrido de Intolerancia Diario por los antros de la zona conturbada entre Puebla, San Andrés y San Pedro Cholula, la vida nocturna sigue sin alteraciones, todos pueden fumar cuando quieran y donde quieran.
Norma Vélez, es asidua frecuente a la discoteca Time, ubicada en la Isla de Angelópolis, señala que es lo más común ver a los concurrentes “echándose su cigarrito” con toda calma,
“Nadie dice nada, así que para que la vamos a hacer de tos, yo no fumo, pero no quiero broncas.”
Juan Roberto, barman de un bar ubicado en la recta a Cholula, señala que todos fuman como sino existiera alguna ley, nadie se queja y todo sigue igual.
“La realidad es que a nadie le molesta el humo del cigarro en los bares o antros, porque aunque no fumen están acostumbrados o van a sabiendas que tienen que aguantarse el humo, así que nadie repela.”
Julio Sayas, estudiante de 21 años de la UDLAP, señala que se molestaría que alguien le dijera en un lugar así que apagara su cigarro, aunque no le quedaría de otra que salirse a fumar.
“No manches, yo sí soy bien vicioso, pero si ‘me la hacen de jamón’ para fumar, pos ya que me quedaría, más que salirme a echar humo a otro lado. ¡Imagínate a qué sabría una buena peda sin cigarro!”
Los chacuacos
En el último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) 2006, la ciudad de Puebla fue ubicada como la segunda con el mayor número de fumadores jóvenes a nivel nacional.
Las ciudades que se encuentran en el centro del país es donde se ha encontrado la adicción más alta de cigarro, debido que es en dicha zona donde se concentran la mayor parte de las tabacaleras y es donde hay un mayor bombardeo de la publicidad.
De acuerdo a la Sociedad Mexicana de Salud Pública, cada día 165 mexicanos fallecen por enfermedades asociadas al consumo de tabaco, lo cual deja una mortalidad por esta causa de 60 mil personas al año, equivalente a un estadio de futbol.
De acuerdo con el documento que evalúa a 21 ciudades de la República, en Puebla 7.5 por ciento de los adolescentes empezó a fumar diariamente antes de los 10 años, en Cuernavaca fue del 7.2 por ciento, y en Tapachula y Tijuana, 4.1 por ciento.
La ciudad de Puebla únicamente es superada por Toluca donde
la prevalencia de adictos a la nicotina es de 27.5 por ciento y en la Angelópolis es de 25.4 por ciento
En cuanto al número de mujeres entre 12 y 15 años que consumen cigarros, Puebla se coloca por arriba de Toluca, pues mientras la primera tiene un porcentaje de 23.9, la segunda, 22.8 por ciento.
En la ciudad poblana, una de cada cuatro mujeres que estudia en nivel básico consume tabaco y de acuerdo con la SSA, un 9 por ciento de las defunciones anuales en el estado, están asociadas con el consumo del tabaco.
El porcentaje que se atribuye como consecuencia del tabaquismo, entre los males del corazón es de 6.58 por ciento, y 3.19 por ciento con la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
Según el INEGI más del 70 por ciento de los estudiantes de secundaria conoce las consecuencias y peligros de fumar; sin embargo, mantienen su gusto.
Fácil compra
Según el estudio federal, la mayor parte de los jóvenes de nivel básico compran cigarrillos en las tiendas y para más de la mitad de ellos la edad no representó problema para su acceso, a pesar de la prohibición legal.
Los factores que contribuyen a que los niños y adolescentes sigan consumiendo tabaco son: “la facilidad de acceso a los cigarros, la presión de grupo y las campañas de promoción del consumo de esta sustancia.
”La proporción de adolescentes que vive en zonas urbanas y que ha fumado —fumadores y exfumadores (17.2 por ciento) es mayor a la de quienes habitan en áreas rurales (13.1)”, dice el texto de INEGI.
Por sexo, hay un mayor porcentaje de hombres, 15.4, y mujeres, 4.8, en áreas urbanas que fuman, comparado con quienes viven en localidades rurales: 11.3 y 1 por ciento, respectivamente”, destaca el informe.
Una cuarta parte de los jóvenes entre 12 y 25 años de edad son fumadores asiduos, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), lo que evidencia que la adicción al tabaco inicia a edades más prematuras cada vez.
Es decir que uno de cada cuatro adolescentes en la Angelópolis fuma sin distinción de sexo, mucho menos de condición socioeconómica. Según estos estudios, los fumadores consumen entre cinco a siete cigarrillos diariamente.
Seis de cada diez jóvenes entre los 12 y 15 años conviven con fumadores, lo más grave es que el 25 por ciento de esa población también tiene el hábito de fumar.
Muchas veces el consumo del tabaco se aprecia como un simple gusto que no atenta contra la salud, sobre todo si el fumador lo hace por ser aceptado en su núcleo de amigos o en fiestas.
Más de un millón de cigarrillos son consumidos en el lapso de una hora en toda la República mexicana, cifra que corresponde a los índices de mortandad vinculados con la ingesta de tabaco.
La ley
La Ley para el Control del Tabaco declara los espacios públicos lugares 100 por ciento libres de tabaco, sin embargo, abre la posibilidad de que quienes sean propietarios de bares, restaurantes y comercios implementen espacios abiertos para el consumo de cigarros sin humo.
Las sanciones consideran multas de hasta de mil días de salario mínimo para la persona que insista en fumar en sitios públicos, y los afectados podrán llamar al dueño o gerente del inmueble para que pida al infractor que apague el cigarrillo o le pida que se retire del lugar.