Esto es consecuencia de que en México se generan hasta 25 millones de toneladas de este material al año, de los cuales el 90 por ciento termina en barrancas y ríos, así como en tiraderos clandestinos, provocando que la contaminación al medio ambiente sea más severa.
Sin embargo, Puebla no se queda atrás, ya que de acuerdo con datos de la empresa TireChip, especializada en la reutilización de este producto, tan sólo en la zona urbana de Puebla se llegan a desechar hasta 900 mil llantas al año, lo que habla del grado de contaminación que se genera tan sólo en los siete municipios que abarcan la capital poblana.
Cabe destacar que el reciclado y la trituración de llantas generan materia prima para que empresas cementeras puedan utilizarla como un combustible alterno para la fabricación de cemento.
Además, las llantas sirven para la creación de un concreto ecológico llamado "llancreto", el cual permite edificar banquetas, guarniciones, canchas deportivas, calles de bajo tránsito, canales pluviales, impermeabilizantes, pistas de atletismo, suela para zapatos, entre otras cosas.
Durante el foro internacional "Economía Verde Justicia Social" realizado en la Universidad Popular Autónoma de Puebla, el especialista Juan Luis Bolaños Berruecos aseveró que en primer lugar el hecho de tirar una llanta en un río, barranca o al costado de la carretera genera la denominada fauna nociva, ya que la acumulación de este material genera ratones e insectos como el mosquito del dengue.
Pero también al quedar a la intemperie con el calor, los materiales pesados que contiene una llanta, como el plomo, cadmio y mercurio, se empiezan a lixiviar y se van depositando en el suelo, provocando que estos metales se absorban, afectando el medio ambiente del lugar en que se quedó esta llanta inservible.
Sin embargo, aseguró lo más peligroso y dañino es quemar una llanta, ya que al prenderle fuego se liberan infinidad de sustancias, como el dióxido de carbono, que por lo menos representan el 76 por ciento de lo que se emite al prenderle fuego a una sola llanta, de ahí el peligro para la salud, ya que este gas provoca un efecto invernadero, evitando que los gases tóxicos se eliminen en el medio ambiente.
Refirió que si bien en Puebla no se cuentan con cifras de cuántas llantas se llegan a producir al mes, la realidad es que por lo menos la empresa automotriz Volkswagen pretende entregarles hasta cinco mil llantas anuales.
“Nosotros con la información que tenemos, con llantas que hemos recibido, calculamos que se generan anualmente en la zona metropolitana de Puebla unas 900 mil llantas anuales, casi un millón de todo tipo; estamos hablando de llantas de bicicletas, de motos, de camión, entre otras.”
Si bien en la zona metropolitana no se han detectado acumulación de llantas, sí se encuentran en la periferia, como en las zonas de Chachapa, adelante de Coronango, San Martín Texmelucan, así como camino a Tecamachalco, y en los rellenos sanitarios que aún siguen llegando a estos depósitos.
De hecho, una llanta llega a degradarse hasta en 430 años, sin embargo, al quedar a la exposición de los cambios climáticos, una sola llanta se empieza a degradar entre cinco y 10 años.
El especialista aseveró que si en Puebla se lograra el reciclaje final de este material, se podrían evitar hasta 300 mil toneladas de dióxido de carbono, las cuales ya no se liberarían en la atmósfera.
Aseveró que en países como España y Estados Unidos ya se reutiliza este material, del cual se pueden derivar combustibles alternos en cemento, como llancreto, concreto ecológico, adoquines, pistas para correr, así como manualidades como un delantal, o un portavasos.
SOS por el calentamiento global
Por su parte, la secretaria técnica de la Comisión de Medio Ambiente del Senado de la República, Adriana Rivera Cenceros, alertó a los poblanos de los efectos del calentamiento global y de las acciones que deben seguir los gobiernos para contrarrestarlo.
Señaló que México en 20 años será mucho más vulnerable a este fenómeno, ya que incrementará la temperatura en cuatro grados, lo cual modificará la vida normal de los mexicanos.
Las entidades que serán mayormente susceptibles a este cambio son Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Michoacán, pero también las zonas ubicadas en el centro del país como Puebla y Tlaxcala, en donde se vislumbra mayor sequía para la agricultura.
"Las zonas agrícolas se están desplazando, ya sea para el sur o para el norte, no podemos sembrar alfalfa en el norte porque requiere de mucha agua, en las zonas acostumbradas al temporal ya no lo hay; para la Semana Santa en Tlaxcala y Puebla ya necesitábamos que cayeran las primeras aguas y no fue así, hemos estado en una sequía prolongada."
La senadora recalcó que el cambio climático está afectando los cultivos, porque actualmente la sequía es más prolongada y las temporadas de lluvias son más violentas, situación que perjudica sobremanera las cosechas que se ven destruidas por la caída estrepitosa de la precipitación pluvial.
En tanto, el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera, precisó que sin duda es indispensable que los ciudadanos incluyan en su formación la cultura del medio ambiente, pues no se pueden hacer grandes transformaciones sino se empieza en casa.
Destacó que el ayuntamiento de Puebla, a través de la Secretaría de Administración y Tecnologías de la Información, realiza compras que cuidan el medio ambiente, usando material reciclable en todos los insumos.
"Hemos presentado nuestro programa de acción en contra del cambio climático, nos hemos integrado al máximo organismo que se dedica al cuidado del medio ambiente a nivel mundial."
Para lo anterior, el edil poblano recordó que el ayuntamiento tiene en puerta la creación de una planta de residuos sólidos que pueda procesar los desechos de manera integral, y Puebla se convertiría en la primera en América Latina en tenerla para un mejor servicio.