En el último año, al menos 400 niños del municipio de Puebla han pasado por un verdadero infierno a manos de sus padres. Se trata de situaciones dignas de una película de terror y que dejarán huellas imborrables a los menores por el resto de sus vidas.

Encadenados a una cama en un patio, quemados con cigarros, con una plancha, cucharas calientes y días sin comer, son sólo algunos ejemplos de lo que los padres son capaces de hacer en contra de sus hijos.

Son al menos 400 casos de este tipo de maltrato a menores de edad los que fueron atendidos por el DIF municipal en el último año, tendencia que se mantuvo en los tres años anteriores.

De acuerdo con el responsable del área jurídica del Sistema Municipal DIF, Alberto Barroeta Espinoza, se atendieron casos graves donde los padres o tutores quemaron con cigarros, con la plancha o con algún otro objeto que les dejó cicatrices permanentes en el cuerpo y psicológicamente a por lo menos 400 menores de edad.

Indicó que, de estos, 30 casos fueron canalizados a la Procuraduría General de Justicia (PGJ) para emprender las acciones legales contra los padres de los infantes, quienes quedaron bajo la custodia de alguna institución de apoyo a la familia para salvaguardar sus derechos.

El DIF municipal cerró 2013 con 400 casos de reporte de maltrato a menores, cifra similar con la que culminó 2012, aunque incrementaron los asuntos en las agencias del Ministerio Público para rescatar a los menores de edad que eran víctimas de agresiones por parte de sus padres ante la violencia intrafamiliar.

“Nos encontramos casos en los que los padres les quemaban la espalda con la plancha, algunos otros con cigarros, en otros los amarraban y dejan encerrados y sin comer por varios días”.

El funcionario municipal reconoció que tardan en reponerse los pequeños que han sufrido violencia, aunque la ayuda psicológica ha funcionado en que puedan superar poco a poco esta afectación.

Pero no sólo los infantes que han sufrido maltrato y humillaciones por parte de sus seres queridos son ayudados por el departamento psicológico del DIF Municipal, sino también la familia, para tratar de que las dos partes puedan superar esta problemática.