Este viernes al mediodía la Profeco quitó los sellos de clausura del verificentro tras ser detectadas por la dependencia federal las anomalías del centro de revisión y monitoreo de vehículos. Por lo que de manera inmediata el verificentro reinició sus actividades.
El verificentro corrigió los yerros detectados por la Profeco que originaron la clausura del servicio, por lo que reinició sus actividades.
La empresa “Impulsora Ecológica Barragan”, la cual está a cargo de este verificentro resarció los fallos presentado las pruebas para corregir sus irregularidades y se revirtieran las anomalías lo que generó que la Profeco le quitara los sellos de clausura al verificentro.
La información faltante, como la visibilidad y la información de los precios y de los hologramas ya se muestran a los ciudadanos. También se corrigió la falla relativa a que los tickets que se emiten impriman la cantidad y el concepto de pago, así como se proporciona la información en español.
Así el verificentro ubicado en la 25 oriente y la 20 sur, ya puede atender a los automovilistas poblanos.
A la fecha el verificentro de la 25 es el único abierto en Puebla capital.
Lo clausuraron el martes
El pasado 4 de noviembre, Intolerancia publicó que apenas en el cuarto día de actividades, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) clausuró las instalaciones del único verificentro que está funcionando en Puebla, por no contar con costos de su servicio a la vista del público.
De este modo, funcionarios de la dependencia federal llegaron, la tarde de este martes, a colocar los sellos de suspensión en el inmueble ubicado en la 25 Oriente 1812, impidiendo que continuaran sus actividades y que decenas de automovilistas en fila se quedaran esperando.
La dependencia confirmó esta acción, aunque omitió los detalles respecto a los motivos de sanción, ya que destacó que el proceso “está en curso”.
La irregularidad detectada tiene que ver con la falta de precios “a la vista del consumidor”, situación por la que se presume que, en cuanto sea resuelta, permitirá al verificentro reiniciar operaciones de manera normal.
El verificentro opera en horario de 8 a 20 horas de lunes a domingo, para atender hasta 480 automóviles por semana.
Del costo del holograma uno, para unidades con antigüedad de entre nueve y 15 años, el pago asciende a 250 pesos.
El de doble cero, que se entrega a automóviles con antigüedad de entre cero y dos años, es de 650 pesos; y el holograma cero, para vehículos con una antigüedad de entre dos y ocho años, es de 450 pesos.
Desde el sábado pasado iniciaron actividades con el aparato descompuesto y con citas escritas en pedazos de papel a mano, mal cortado de un rollo de máquina registradora. Esto generó largos tiempos de espera de hasta tres horas, todo ayudado por una máquina con deficiencias, en un verificentro a medio terminar, notorio por dos líneas vacías sin maquinaria.
Simplemente no se ha dado abasto el único verificentro ubicado en la ciudad de Puebla, en el primer día del regreso de las verificaciones para comprobar que automóviles particulares no estén contaminando.
Ha sido tal la afluencia de automovilistas, que los empleados del establecimiento —algunos con uniforme, otros sin acreditarse— tuvieron que improvisar fichas para ser entregadas a los automovilistas, para que regresaran al siguiente día.
Las fichas fueron hechas con un rollo de papel, en el cual simplemente un joven apuntaba el número de placa y ponía la hora en que se podría regresar a la verificación, todo a mano y sin sellos de la, con la promesa de que ya no harían fila.
Por lo tanto, los automovilistas primero tienen que hacer un a fila con el automóvil a verificar, para que solamente les entreguen el papelito y regresen después. No se entregan fichas a automóviles que no se lleven.
Las razones de los sellos de Profeco
La empresa Impulsora Ecológica Barragán, concesionaria del único verificentro en la ciudad de Puebla, ya había sido sancionada por el gobierno del Distrito Federal con una suspensión y ahora nuevamente es suspendida por Profeco publicó Intolerancia esta semana.
En esta ocasión en Puebla le detectaron tickets de pago en inglés, sin mayor referencia, además de la inexistencia de letreros informativos de los costos de los servicios, lo que motivó a la suspensión de sus actividades.
En agosto de 2013, la sanción contra esta empresa fue impuesta por la Secretaría del Medio Ambiente del Distrito Federal, a través de la Dirección Ejecutiva de Vigilancia Ambiental, por incumplir con brindar la conexión necesaria para que la dependencia realizara un monitoreo y vigilancia de sus operaciones.
Ahora, poco más de un año después, son sancionados en Puebla por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), por no garantizar a los ciudadanos sus derechos mediante diversas irregularidades.
En rueda de prensa, el delegado de la dependencia federal, Carlos Hernández Hernández, señaló que simplemente se procedió contra el establecimiento debido a que no estaba garantizando un buen servicio.
Además, fue determinante de que hasta que no se regularicen las anomalías detectadas seguirá cerrado el establecimiento.
Explicó que la verificación del verificentro fue debido a algunas denuncias de consumidores, donde se comprobaron las irregularidades con que inició operaciones el verificentro.
Señaló que al mediodía del pasado martes se les dio solamente autorización de dar el servicio a las personas que estaban formadas, pero desde este miércoles se suspendió tota actividad.
“Nos percatamos que existen diversas violaciones en el comportamiento comercial de la empresa, una de ellas, no publicitar los precios de los servicios, los que deben estar a la vista del consumidor, sus modalidades.
“Al momento de hacer el cobro del servicio, no dan un comprobante con la información necesaria a los consumidores, en el ticket ponen solamente la cantidad que están cobrando, pero no el concepto”.
Dijo además que las cifras puestas en los comprobantes de pago no señalan si se trata de pesos o dólares o cualquier otra moneda, además de que está escrito en un idioma extranjero.
“El texto del ticket viene en el idioma inglés y la Ley Federal de Protección al Consumidor obliga que sea en español, no dicen quién lo expide, cuál es su proveedor, es decir, no da los elementos de certeza al consumidor para hacer valer sus derechos en caso de que se vean afectados”, añadió.
Señaló que por lo anterior se determinó a proceder como medida precautoria a suspender la actividad comercial. “Ayer a la gente que ya tenía una cita previa los dejamos que las desahogaran, pero una vez pasando esto, no pueden realizar actividades comerciales, es decir, tienen que estar suspendidos.
”No pueden realizar actividades en tanto no subsanen las irregularidades, omisiones o violaciones”, dijo al señalar que no han acreditado mediante una promoción por escrito que han subsanado las deficiencias.
Indicó que únicamente se ha verificado el centro de verificación de Puebla, aunque dejó latente que irían a supervisar los otros tres instalados al interior del estado.