Para cumplir con el saneamiento del río Atoyac hacia el 2031, Dale la Cara al Atoyac exigió al gobierno federal, estatal y municipal mostrar mano dura en las acciones para frenar la contaminación de la afluente que pasa por 70 municipios de Puebla y Tlaxcala. Dentro del paquete de siete acciones propuestas, sobresale también el dirigir recursos a programas de limpieza, además solicitan a los empresarios ser socialmente responsables, ya que el caudal contiene residuos de uranio y una serie de productos tóxicos empleados en el proceso del teñido de la mezclilla.

 


 

Amy Camacho, Melany Gabriel Camacho, Verónica Mastretta y Antonieta Peregrina, representantes de la organización no gubernamental, precisaron que es necesario establecer inspecciones constantes a través de Conagua, Cofepris y SOAPAP. 

También, piden asignar un presupuesto para recarga de mantos acuíferos, dar facultades de inspección a las 17 juntas auxiliares, resolver la contaminación de la Central de Abasto, restringir el uso y producción de tensioactivos en los productos detergentes y sus derivados, invertir en la habilitación y operación de una planta de tratamiento para San Martín Texmelucan y el invitar a empresarios a disminuir la emisión de contaminantes por medio de plantas de tratamiento.

Las siete acciones darán una oportunidad verdadera de saneamiento al caudal del Atoyac porque sumadas a los 15 puntos implementados por la alcaldía, que en breve se conocerán, redondearán el trabajo.

Representantes del movimiento acompañaron su presentación con diapositivas para mostrar cómo se torna de multicolores el agua de la principal afluente poblana. Lamentaron que los estudios realizados al agua han mostrado desechos coliformes fecales, nutridos por infinidad de productos químicos, nitrógeno y fosforo.

La exsecretaría de Desarrollo, Sustentabilidad Ambiental y Ordenamiento Territorial, Amy Camacho Wardle, advirtió que no descansarán hasta devolverle la vida al Atoyac.

Camacho destacó que durante el proceso del  saneamiento de la afluente es indispensable que cada uno de los sectores de la población participe con la parte de responsabilidad  que les corresponde.

En su momento, la exregidora Verónica Mastretta Guzmán, reveló que las propuestas fueron entregadas a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofrepis), Conagua y a la Pofepa  que acompañaron con una denuncia colectiva para su pronta intervención en la zona de la Central de Abasto. La denuncia también fue presentada a Agua de Puebla, al Congreso local y a las autoridades de la alcaldía.

La ecologista pondero que Dale la Cara al Atoyac está dejando precedentes formales y útiles ante las autoridades gubernamentales de cada uno de los niveles de gobierno para dar un seguimiento puntual y transparente de cada uno de los puntos.

“Estamos invitando al sector empresarial a asumir una corresponsabilidad y a la ciudadanía a ser parte de la causa, a tener prácticas amigables con el río Atoyac”, especificó.

Aguas escondidas

Mastretta Guzmán destacó que los estudios de laboratorio han descubierto que una gran parte de las descargas emitidas por los drenajes municipales, “esconden” las emisiones de aguas que arrojan las industrias y que son altamente contaminantes.

“La situación es compleja porque la autoridad tiene que inspeccionar ahora las descargas. El problema de las aguas municipales es complicado porque en ocasiones llegan de color  rojo o de otros colores al Atoyac. El problema es que estos contaminantes químicos llegan por descargas clandestinas a las instalaciones municipales; entonces la autoridad deberá aplicar todo el peso de la ley”, subrayó.

22 municipios contaminan con un 60 por ciento y Tlaxcala con 40 puntos porcentuales

Durante su intervención, Melany Gabriel Camacho lamentó que 22 municipios del estado de Puebla contribuyan a la contaminación de las aguas del Atoyac con el 60 por ciento de las emisiones.

Además, puntualizó que el 75 por ciento de las más de mil empresas localizadas en la zona de la afluente no cuentan con plantas de tratamiento y el porcentaje restante no se echan a andar por el elevado costo del suministro de energía eléctrica.

Pero advirtió que la situación de Tlaxcala es preocupante, porque las descargas de ese estado no están controladas.

Los resultados de los estudios químicos de las aguas contaminadas arrojaron que existe también elevado índice de grasas y aceites, excesivos parámetros de demanda bioquímica que fueron comparados con la Norma NOM-001-Semarnat-1996 y la declaratoria del Río Atoyac Xochiac y la mayoría son superados por amplios niveles.