Tras culminar la misa dominical en la Catedral de Puebla, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, aseguró que el derecho a la vida tiene que ser eso, pues fue cuestionado por la marcha realizada ayer en las principales calles de la capital del estado para exigir la legalización de la interrupción del embarazo antes de las doce semanas de gestación.
El líder del gremio católico señaló que independientemente de la postura que tienen algunos legisladores por aprobar el aborto, afirmó que esta acción continuará siendo considerada un crimen del cual la persona que lo haga, "quedará con remordimiento".
En ese rubro, Sánchez Espinosa recalcó que en este país existe la libertad de pensamiento y expresión; sin embargo, por más que no estén de acuerdo con esta situación, reconoció que deben ser respetuosos de los demás como los demás son con ellos.
Por otro lado, lamentó que dentro de la marcha realizada ayer en las calles de Puebla para exigir la legalidad del aborto en el estado, algunas de las participantes causaron daños a diversos inmuebles del centro histórico, entre ellos, la Catedral.
El arzobispo de Puebla reprobó este tipo de acciones, pues declaró que los manifestantes tienen derecho a expresar sus descontentos, pero no por dicha circunstancia, deben interferir y/o dañar los inmuebles de la ciudad.
Agregó que una vez analizados los estragos por la marcha pro-aborto, será mediante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) buscarán la forma de resarcir los daños.
Finalmente expuso que con todo y una posible aprobación del aborto en Puebla, destacó que la persona que llegue a practicarse este acción seguirá teniendo remordimiento y afectaciones tanto físicas como emocionales.