El festejo del 10 de mayo no pasó desapercibido en el Panteón Municipal, durante esta crítica etapa de la pandemia del Covid-19, los visitantes no fluyeron a borbotones como el año previo, algunas personas asistieron, para dejar por lo menos una flor en la reja, rezar, santiguarse y retirarse. 

En esta ocasión no llegaron los 60  mil visitantes pero los pocos que sé animaron no pasaron, pero a larga distancia también valió la pena visitar a lo lejos a su "jefecita". 

La venta de flores y adornos se incrementó  un poco este 10 de mayo, pero ni así los floristas se recuperarán del daño económico causado por el coronavirus.