Ante la incertidumbre de ser invadidos por la delincuencia, los afectados por la triple explosión derivada por la ordeña de ductos de gas LP de Pemex en San Pablo Xochimehuacan, regresaron a sus hogares.

Pero los efectivos de la Guardia Nacional, milicia y municipales, se convirtieron en verdaderos escudos para resguardar el patrimonio de los vecinos. Los guardias del orden pidieron a los moradores organizarse para presentar algún documento para solventar la petición de ingresar a las viviendas.

En la zona cero donde ocurrieron los hechos, la madrugada del domingo 31 de octubre previo, los vecinos organizados han logrado ingresas a sus hogares para tener certidumbre que sus pertenencias se mantienen custodiadas por los oficiales.

Las autoridades municipales y estatales refrendan el consejo dado la víspera por el alcalde Eduardo Rivera Pérez, de regresar a sus casas hasta que los especialistas en estructuras entreguen los resultados para evitar incidentes.

Aunque los moradores se empeñan, la orden de los uniformados es evitar la permanencia para pernoctar.

Mientras los rayos de sol envuelve a la comunidad que sufrió las acciones de robo de combustible, el recuerdo de la fatídica madrugada del domingo, cuando la mayoría dormía apaciblemente, regresa el dolor durante el recorrido del sepelio de Abimael Eduardo Zamorano, víctima de la onda expansiva de las explosiones. El joven fue localiza entre los escombros donde vivía. 

El panteón de San Pablo Xochimehucan, que este lunes 1 debería estar cerrado, abrió sus puertas para dar cristiana sepultura a Abimael Eduardo. 

La familia de Abimael Eduardo únicamente pide respeto a los forasteros que, deseosos por obtener información, bombardean con preguntas a la familia.

Así las autoridades ministeriales aún continúan realizando sus pesquisas en la zona donde presión del gas LP ocasionó el siniestro que afectó a vecinos de San Pablo Xochimehucan.