El arqueólogo Eduardo Merlo Juárez señaló que la parte norte del Centro Histórico de la ciudad de Puebla registra un deterioro importante y, esos daños, pueden poner en riesgo la denominación de patrimonio cultural de la humanidad, recibida por la UNESCO, pues uno de los requisitos para el nombramiento es que la ciudad que recibe el reconocimiento se compromete a cuidar los espacios que lo reciben.

Merlo Juárez alertó que no se están aplicando los recursos para restauración, pues se encuentran parados desde el sismo del 2017, “lo que se llamaba el FONDEN, que desapareció formalmente, pero no se aplicaron a tiempo”.

Y para recuperarla, dijo el especialista, le corresponde al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), al ayuntamiento del municipio de Puebla, a los propietarios y al gobierno del Estado participar en conjunto.

El problema, aseveró, es que, la burocracia no lo permite porque hay seguros, pero si se reparan se pierde el seguro, “los seguros no funcionan y no se hacen las reparaciones, por eso, es mejor que dejen a la gente que restaure sus templos y sus casas y que el gobierno de las instrucciones para que no pase nada”.

“Siempre que camino el centro histórico, la parte norte está peor, esa parte está en ruinas, de la 18 Oriente-Poniente al bulevar 5 de Mayo está en ruinas, las casas se están cayendo y la gente va haciendo su vivienda como quiere”.

Dijo que, los recursos no alcanzan, pero la parte del patrimonio que está en riesgo son las vecindades, que antes eran casas señoriales, porque la moda hizo que los ricos se fueran hacia las orillas y la gente se quedó viviendo en ellas.

A la gente no les conviene invertir y es caros reparar, aseguró, “es muy caro restaurar una casa antigua, es carísimo, porque se tienen que seguir ciertos requisitos y no se pueden poner cosas modernas”.

Para asegurar la conservación del patrimonio cultural de la humanidad, dijo Merlo Juárez, es necesario hacer un registro del deterioro de los inmuebles, “que es muy avanzado el deterioro”.

El arqueólogo señaló que hay obras para las que se destinaron recursos, pero ahora se recortaron mucho esos recursos, por eso, son los fieles, la propia gente, la que se ofrecen para reparar.

Aseguró que, la expropiación no es el camino, no alcanzaría los recursos para indemnizar a la gente, por eso, el camino es convencer a los propietarios que tomen la iniciativa y organizar fideicomisos e instituciones de crédito para que se haga.

Alertó que con la temporada de lluvia y de calor, por las hierbas que crecen, los inmuebles se van deteriorando, por eso, una ciudad debe tener un mantenimiento permanente.

Cabe recordar que son 6.9 kilómetros cuadrados de la Ciudad de Puebla, que recibieron la denominación como patrimonio cultural de la humanidad, en el año de 1987.