Durante dos años, los poblanos habían guardado el confinamiento y las calles del Centro Histórico no se habían visto colmadas de miles de feligreses como ocurre este Viernes Santo.

La pandemia del Covid-19 ha dado una tregua para que no únicamente en Puebla, sino en territorio nacional y en distintos países del globo, las procesiones religiosas regresen a la presencialidad. 

El Arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, al frente de la Procesión capitalina, recordó los momentos sagrados de la vida de Jesús mientras las calles de la Angelópolis se tiñeron de púrpura y la devoción concentró a los creyentes.

Hasta el momento, los organizadores advierten la presencia de más de 120 mil personas en las calles del corazón de Puebla, mismas que se tornaron silenciosas mientras la multitud caminaba bajo un sol quemante.

Este 2022, las figuras devocionales salieron nuevamente a las calles, dejando sus nichos para fortalecer la fe de la feligresía poblana.

El más aclamado, sin ser político, ni nada por el estilo, El Señor de Las Maravillas. Los vítores de los fieles se unían a la petición de un milagro.

En su XXX aniversario, la Procesión de Viernes Santo en Puebla contó con la participación, por primera vez, del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta.