Después de lamentar el feminicidio de la pequeña Brenda de cuatro años de edad en Chichiquila, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa oró por el descanso eterno de los 53 migrantes muertos en San Antonio Texas, Estados Unidos, luego de que fueron abandonados dentro de una caja de un tractocamión.

Durante la celebración de los Santos Oficios en la Basílica Catedral Metropolitana —nuevamente—, exigió a los tres niveles gubernamentales y a cada uno de los sectores de la comunidad redoblar sus trabajos para parar la ola de violencia extrema de Puebla y territorio nacional.

Monseñor también pidió por el eterno descanso de la niña violentada por sus papás, familiares y amigos de sus progenitores.

Además reprobó la escena delincuencial dónde resultaron heridos de bala dos niños que acudieron al centro de vacunación de la colonia Francisco I. Madero para inocularse contra el Covid-19.

En la celebración de la eucaristía rezó por Jocelín Carreto y David Baez, quienes desaparecieron en La Cuchilla el pasado 1 de junio; actualmente, las autoridades realizaron un operativo para dar con su paradero.

Finalmente, pidió por el eterno descanso del periodista Antonio de la Cruz, asesinado en Ciudad Victoria, Tamaulipas; el miércoles 29 de junio y por su hija, Cynthia de la Cruz Martínez, quién también murió por el ataque.