El 13 de octubre de 1972, el avión de la Fuerza Aérea Uruguaya, con el equipo de rugby Old Christians Club abordo, se estrelló en la cordillera de los Andes. No llegó a Chile, pero forjó el carácter de 16 sobrevivientes, para convertir a ese grupo y a Adolfo Strauch en "un ejemplo de vida", acentuó el alcalde Adán Domínguez Sánchez, al entregar el reconocimiento de visitante distinguido, al ahora señor con el cabello totalmente blanco, como la nieve a donde paso 72 días.
Fito confesó que el amor a su madre, al igual que el amor que sus 15 compañeros que sentían por sus familias, se convirtió en el motor para sobrevivir.
Adolfo, acompañado por su familia y un grupo de amigos, escuchó al alcalde subrayar que el reconocimiento se entregó a un hombre con un historial de supervivencia y de solidaridad que han tocado los corazones de miles de personas en el globo.
Priorizó que Fito es un sobreviviente de los Andes, la tragedia que puso a prueba los límites del ser humano y que a través de su lucha se convirtió en un ejemplo de determinación, por enfrentar adversidades junto con sus compañeros de vuelo, "nos enseñan" que incluso en los momentos más oscuros; la fe y la esperanza iluminan el camino de las personas.
Adolfo recordó que enfrentaron lo inimaginable en esta tragedia, como lo demuestra la serie que hace unos meses salió en una plataforma de televisión y hace 30 años en una película, en donde esa adversidad sorprendió al mundo.
Sincero en sus palabras, aseguró que después de medio siglo del incidente aéreo aún no comprende cómo logró superar ese panorama al lado de sus compañeros.
“Al estar en una situación así, el ser humano se va uniendo con inteligencia y descubres capacidades que no tenías y hace cosas que parecen imposibles, por lo que 50 años después no puedo entender como superé todo eso”.
Agradeció ser un ciudadano distinguido en la Puebla de Los Ángeles, durante su primera visita a la Angelópolis.
Recapituló que la mayoría de los familiares de los sobrevivientes al infierno de pasar 72 días en la nieve, creían que todos estaban muertos, "pero mi madre, siempre pensó que estaba vivo".