Ante la permanente contaminación auditiva que prevalece en el Centro Histórico y en diferentes puntos de la metrópoli, el presidente de la comisión de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, Rodrigo Durán Herrera, subrayó que el Ayuntamiento no permitirá este tipo de irregularidades durante el 2024, aplicando el rigor de la ley.

La estrategia para meter en cintura a propietarios de restaurantes, bares, antros botaneros y unidades económicas de diversos tipo de productos, es la arropada por una serie de visitas que desarrollarán los supervisores de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente para exhortar a mantener entre los 60 y 65 decibeles el volumen.

Priorizó que en una segunda visita de los supervisores a las diferentes unidades económicas, existentes en territorio municipal que hayan recibido el primer exhorto y mantengan la contaminación auditiva, serán multados económicamente.

Anunció que entre las medidas se contempla también la posibilidad de una clausura, si los propietarios insisten en ignorar las medidas establecidas por el Ayuntamiento.

Este programa de la administración municipal, comenzará a desarrollarse a partir de la primera semana de enero de 2025.

"Exhortamos a todos los restauranteros, bares, de locales que ponen bocinas para medir el tema de los decibeles, se va a ser una primera invitación para regular estos decibeles; hay ciertos decibeles permitidos son de 60 a 65 máximo. No más, y aparte de día y noche son otros lineamientos, no se puede poner a todo lo que da el volumen por generar problemas contaminación auditiva esto desemboca en estrés y en otros graves problemas (de salud)".