La marcha de la Marea Rosa será un verdadero termómetro. El ánimo y la concentración que logren aglutinar el próximo domingo en la Ciudad de México será el detonante que reviva la alegría y el interés por lograr una alternancia en México.
La postal de la concentración será el “ahora o nunca” de Xóchitl y las y los candidatos del frente opositor.
Si la imagen, los videos y el sentir es de “mayoría”, es decir, genera la percepción de que realmente la oposición cuenta con las posibilidades de derrocar a AMLO, habrá entonces un nuevo despertar ciudadano.
Ese detonante es el que necesitan el voto switcher, el voto ciudadano, el voto de castigo y hasta el llamado voto útil para, literalmente, mover a los mexicanos y hacernos salir de nuestras casas a votar, el próximo domingo 2 de junio.
Se sabe que mientras mayor sea el porcentaje de la población que vote, será menos probable que las estructuras actuales logren mantenerse en el poder. De ahí que la apuesta sea precisamente la movilización ciudadana.
El enojo contra muchas de las medidas y determinaciones de la 4T, como la desaparición del Seguro Popular, la política de abrazos a los delincuentes, el retiro de las escuelas de tiempo completo, el cierre de albergues para mujeres maltratadas y un sinfín de decisiones autoritarias tiene a más de la mitad del país enfurecido.
En los cafés, los mercados, las tiendas y las escuelas, las protestas son constantes, sin embargo, el mexicano difícilmente le exige cuentas a sus autoridades y menos aún castiga con el voto.
Después de la marcha habrá que esperar que la percepción logre el efecto necesario para despertar a una sociedad que claramente ha sido apática y pasiva, durante muchos años.
El cambio de régimen está justamente en manos de quienes evaden su responsabilidad ciudadana.
¿Lograrán sacudirse la modorra o bajarán la cortina?
Veremos y diremos.
Layón, el lastre de la 4T
La todavía presidenta municipal de San Martín Texmelucan, Norma Layón, ha sido tan mala autoridad que no alcanzó a colarse en ninguna de las candidaturas de Morena.
Layón tiene un alto conocimiento, desafortunadamente por los malos resultados, el abuso de autoridad y los señalamientos por probable corrupción, que le han acompañado.
En resumen, su nombre e imagen son más un lastre para Morena y la 4T, que un activo.
Ayer mismo, la imprudencia de ordenar el almacenamiento de despensas y cajas de leche en el CERI, un alimento que con este calor no debería ser guardado, comprometió el discurso de su partido.
La mancha tiznó incluso al candidato Alejandro Armenta quien previamente señaló el probable desvío de recursos del Ayuntamiento Capitalino, a través de despensas.
Layón, quien presumía su amistad y apoyo a Armenta, es el claro ejemplo del dicho: No me ayudes, comadre.