Vaya turbulencia económica que desató Nacho Mier con sus imprudentes e irresponsables declaraciones en la Cámara de Diputados. Envalentonado y sin consideración alguna decidió que era su momento de brillar, aunque eso pusiera la economía de todo el país en riesgo.
El coordinador de los diputados de Morena asestó que las 18 reformas presentadas por AMLO, el pasado 5 de febrero, “están vigentes” y sin apenas respirar advirtió que usarán la aplanadora para cumplirle los caprichos al inquilino del Palacio Nacional en septiembre próximo, cuando se realice el cambio de legisladores y el partido guinda, junto con sus aliados, cuenten con la Mayoría Calificada.
“(La Comisión de Puntos Constitucionales del Congreso) está presta para elaborar el dictamen y que sea votado una vez que se instale el siguiente Congreso general”, soltó para reiterar que el llamado Plan C será consumado.
Entre las iniciativas existen algunas como la Reforma al Poder Judicial o la intención de desaparecer a los organismos autónomos como el INE o el INAI, acciones que desde el extranjero son vistas como pasos para imponer un gobierno autoritario y sin contrapesos.
La certeza jurídica y la estabilidad política son los principales criterios que toman aquellos quienes invierten sus fortunas en México. En contraste, la posibilidad de un gobierno de atentar contra la propiedad privada, es uno de sus mayores miedos.
La declaración de Nachito causó miedo e inseguridad entre los dueños de los grandes capitales, un tsunami económico que días antes trataron de detener la presidenta electa, Claudia Sheinbaum y hasta el propio Andrés Manuel López Obrador. La 4T sabe que serán ellos quienes gobernarán el país y que las afectaciones como la depreciación del peso, la caída en la Bolsa Mexicana de Valores o la fluctuación del dólar serán actos que habrán de afrontar.
De ahí la urgencia por salir a calmar la inquietud de quienes tienen los capitales suficientes para hacer sudar a Claudia Sheinbaum y a López Obrador.
Y aunque por la tarde mandaron a Nacho Mier a hacer un mea culpa y desdecirse, el daño ya estaba hecho y la duda sembrada. Por momentos el dólar pegó en los 18 pesos y esa será su carta de presentación ante la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
Ni más ni menos.
