Arturo Álvarez-Buylla, al lado del investigador estadounidense Joseph Altman y el italiano Giacomo Rizzolatti, obtuvieron la prestigiosa presea “por haber proporcionado pruebas sólidas para la regeneración de neuronas en cerebros adultos, y por el descubrimiento de las llamadas neuronas espejo.

Sus investigaciones “han abierto esperanzadoras vías a una nueva generación de tratamientos para combatir enfermedades neurodegenerativas o asociadas al cerebro, como el Alzheimer, el Parkinson o el autismo”, informó el jurado.

Arturo Álvarez-Buylla alcanza la fama mundial fuera de México, ya que actualmente trabaja como investigador en la Universidad de California en San Francisco, Estados Unidos. Este investigador formó parte de las primeras generaciones de egresados de la licenciatura en Investigación Biomédica de la UNAM, a principios de los 80, una generación que se preparó con la intención de ser la desarrolladora del futuro biomédico en el país, donde desafortunadamente no todos lograron despegar por falta de oportunidades en México.