La “prima ballerina” mexicana Sonia Amelio sostuvo aquí que la Cruzada del Arte por La Paz le ha permitido en los últimos 16 años recorrer el mundo promoviendo su causa con un mensaje que va más allá de las diferencias políticas y religiosas.

En diálogo con Notimex, Amelio señaló que "he estado en países en guerra y en otros que posiblemente podrían tener (guerra) o con gente que ha estado en paz".

"Mi mensaje es de unión, amor, armonía y estoy consciente que todos somos iguales. Nos diferencia el color, la religión, el sistema político, la distancia, pero al fin de cuentas, todos somos iguales", añadió.

Amelio se presentó la semana pasada en Quito y Guayaquil con el auspicio de la Embajada de México en Ecuador, ocasiones en las cuales fue muy aplaudida por los asistentes.

Además, en Quito, presentó una ponencia sobre folclor costumbrista mexicano en la Universidad Andina “Simón Bolívar” y dio una charla a los alumnos del Ballet de Cámara de Ecuador.

El arte de Amelio es un compendio de muchas técnicas: concertista de piano, directora de orquesta, actriz, coreógrafa, “prima ballerina” y manejo del crótalo.

Al referirse a su recorrido artístico, la mexicana reflexionó que "la vida me ha llevado por derroteros diferentes" y admitió que ha visitado varias veces países de Asia y África, Australia y, en menor medida, de Sudamérica, donde sólo ha estado tres veces.

"Me faltan dos o tres países de Sudamérica", precisó Amelio, tras lo cual recordó que en una ocasión no pudo llegar a Chile por motivos políticos y tampoco a Uruguay, pero ha visitado Paraguay, Brasil y todo Centroamérica.

Acotó que "en todos los países aprendo, seguiré aprendiendo y, al aprender, me entrego, me doy y me reciben como afortunadamente me han recibido aquí (Ecuador)", tras lo cual acotó que "me han dado mucho Tailandia, Turquía, Cuba, Líbano y China".

"Creo que nunca se acaba de aprender. Ahorita (en el Teatro Prometeo), acabo de darme, pero ustedes me dieron también. Es una permanente retroalimentación, entre todos los seres humanos", añadió.

Amelio reflexionó que ha sido baja la posibilidad que la vean sus compatriotas mexicanos.

Recordó que en una plática en camerinos con una mexicana de Sinaloa, al término de su actuación en Quito, se dio cuenta que no conoce Mazatlán, pese a que ha estado en 60 ciudades de lo que fue la Unión Soviética, siete veces en China y ocho en Alemania.

No obstante, Amelio destacó que su país le ha dado una identidad, de la que se siente orgullosa y sus padres "una constitución fantástica, una educación y pundonor".

"Todo eso se aprende, jamás lo olvido. México es un país riquísimo, fundamentalmente en tradiciones, cultura. Nosotros tenemos un acervo fantástico, de lo amigables que somos y recibimos siempre a todos con los brazos abiertos", añadió.