Luego de varias décadas “de invisibilización”, de una identificación casi delictiva por parte de un amplio sector de la sociedad, de que diversos grafiteros y colectivos expresaran artísticamente en las calles su descontento hacia el gobierno, o plantearan formas alternas de concebir la difusión y el significado de una obra visual.

El acercamiento que la Secretaría de las Culturas y Artes (Seculta) de Oaxaca ha tenido con diversos colectivos de arte urbano como Arte Jaguar, La Piztola, Asaro, y los grafiteros “Villegas”, “Bowler” o “Benuzz”, por nombrar algunos, a partir del recién creado Departamento de Vinculación y Sustentabilidad Cultural, a cargo de Sergio Huerta Mateos, es parte de una política de estado incluyente, pero sobre todo es parte de una forma de percibir el acontecer artístico en Oaxaca no considerándolo un objeto inmutable, sino un conjunto de prácticas sociales que como tales se desenvuelven en el espacio y en el tiempo, y cambian por la interacción de sus elementos.

—A partir de este sexenio, la dependencia estatal encargada de la cultura toma en cuenta al arte urbano, ¿por qué?

—Esto surge a partir de las proclamas de gobierno, de los foros ciudadanos, de los foros de la Seculta, de las peticiones de los propios gestores culturales para incluir a los jóvenes. La secretaría ha hecho un gran trabajo con niños, también con artistas de renombre, pero las políticas culturales con los jóvenes eran una situación muy complicada y compleja. A partir de estos foros surge este departamento como una preocupación del licenciado Gabino Cué y del secretario. Esta es una tarea que no tiene precedentes, incluso cuando vino la presidenta del Conaculta e hizo un recorrido para ver las bardas pintadas por los colectivos y conoció a uno de los colectivos, comentó que hay que seguir apoyando el arte urbano. Se le hizo una cuestión muy loable.

—¿Cómo han respondido a esta nueva disposición gubernamental los grafiteros, los artistas urbanos, que han estado en contra del gobierno y cualquier apoyo que pudiera venir de su parte?

—Uno de los argumentos que tuve para acerarme con ellos fue que en el momento que sintieran que alguien estaba atropellando sus intereses como colectivo, que en ese momento se alejaran. Las pláticas que he tenido con ellos han sido muy francas, fraternas y han tenido una repercusión muy importante, más allá de los propios artistas. No hay que olvidar que ellos tienen espacios culturales muy importantes como Espacio Zapata, Espacio Cero; La Piztola tiene un lugar que también se reactivan con el apoyo que la secretaría les da por pintar las bardas. (Con información de Alonso Aguilar Orihuela)