Hace 40 años se estrenaba en la televisión mexicana un modesto programa de comedia: "El Chavo del ocho", las aventuras de un niño huérfano que vivía en un barril, una historia que no parecía destinada a ser exitosa pero que se ha convertido en un ícono de la cultura latinoamericana.
El primer episodio con el personaje creado por Roberto Gómez Bolaños, quien lo interpretaba, fue emitido el 20 de junio de 1971 y estuvo al aire hasta 1995.
Pese a que desde entonces no se han vuelto a grabar episodios, casi "sin querer queriendo" -una de sus frases más conocidas- se ha convertido en uno de los personajes latinoamericanos más conocidos en el mundo.
Su autor, ahora de 82 años, recibe mensajes de felicitación a través de una cuenta en la red social Twitter que abrió a fines de mayo y que junta un millón de seguidores.
Las felicitaciones llegan fundamentalmente de América Latina, pero también las hay en holandés (dirigidas a De Jongen van Nummer 8), en alemán (Der Junge aus der 8), en portugués (Chavez) y hasta en japonés.
De la mano de la televisión satelital, los episodios de "El Chavo" y de otros congéneres también creados por el prolífico Bolaños, como el torpe superhéroe Chapulín Colorado, el doctor Chapatín y la pareja de ladrones el Chompirás y el Botija, remontaron las fronteras continentales.
Gómez Bolaños interpretó siempre a "El Chavo" en el patio de una vecindad pobre como las que abundan en Ciudad de México, en las que varias familias comparten instalaciones como baños, entrada y el lavado de ropa, y donde se escondía el chico huérfano en un barril para que nadie lo viera llorar.
Junto a él, alcanzaron reconocimiento sus vecinos: María Antonieta de las Nieves (La Chilindrina), Ramón Valdez (Don Ramón, fallecido en 1988), Carlos Villagrán (Quico), Rubén Aguirre (el profesor Jirafales), Edgar Vivar (El Ñoño) y doña Florinda, interpretada por la esposa del autor, Florinda Meza.
Su vigencia se constata en el hecho de que sus programas están entre los más falsificados, según un informe difundido en mayo en México. "Los reportes nos indican que el contenido latinoamericano que más se piratea, lo que más se roba, es el de Roberto Gómez Bolaños", señaló la Motion Pictures Associated (MPA).
"El Chavo del ocho", nombrado así por el número del canal de televisión en el que apareció inicialmente el programa, acaparó en la década de los ochenta 350 millones de televidentes por semana, con traducciones a más de 50 idiomas y transmisiones en países como China, Japón, Corea, Tailandia, Marruecos, Grecia y Angola.
La acogida abrió paso a la creación de una historieta en 1974. En 2006, la cadena Televisa revivió los personajes en un programa de dibujos animados y este año se estrenó en Ciudad de México una obra de teatro inspirada en su historia.
Pese a su éxito en el exterior, "El Chavo", quien nunca logró decir su verdadero nombre o domicilio porque siempre algún otro personaje lo interrumpía desviando la conversación, nunca estuvo exento de críticas en México.
Al comienzo, los sectores más acomodados lo consideraban poco apto para los niños y sospechosamente vinculado a la cultura popular como para ser educativo. "Pero 'El Chavo' siempre defendió valores: la honestidad, la solidaridad, la sencillez", se defendió Gómez Bolaños en una entrevista concedida en 2005.