El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinoza, fue quien dio la bienvenida a las reliquias a la catedral de Puebla, las que se colocaron en un relicario especial junto al altar mayor, junto a un oleo que representa la figura del nuevo beato.
“Puebla se llena de júbilo al recibir las reliquias del noveno obispo, Juan de Palafox”, dijo el prelado al inicio de la homilía y señaló tajante: “Retornas triunfalmente con la gloria de alcanzar la beatuitud”, y recordó que el 18 de abril de 1649 el ahora beato consagró la catedral poblana.
“Finalmente en este día se cumple la petición que manifestaras hace tres siglos y medio, siete pies de tierra a lo último de la iglesia, para poderte enterrar cuando Dios te llevara. Estás nuevamente con nosotros para que nos des ejemplo de su vida entregada a Dios y principalmente a los más necesitados”, señaló dirigiéndose a la urna que contiene las reliquias de Juan de Palafox y Mendoza.
Posteriormente, el cardenal y arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, hizo una remembranza de la vida y obra del “festejado”, desde que tenía 39 años de edad cuando le fue encomendada la diócesis de Puebla en 1640.
“El 22 julio 1640 llegaste aquí a la bella y bien trazada ciudad de los angeles y emprendiste la titánica obra de la catedral, Fundaste seminario, hiciste obligatorio aprender lenguas indígenas, algunas dominaste (…) pero a mayor construcción que lograste fue la espiritual y cultural”, señaló el poblano Rivera Carrera.
“Aun disfrutamos tu selecta biblioteca, la primera publica de América y emprendiste lucha frontal contra la corrupción e injusticia, de ahí surgieron tus enemigos (…), entre quienesse incluían hasta hermanos tuyos eclesiásticos (los jesuitas) quienes tiraron los dardos que fueron los que más te hirieron”, recordó.
“El 18 de abril de 1649 a las cinco de la mañana iniciaste la consagración de la catedral acabando a las cinco de la tarde y el Jueves 6 de mayo de 1649 dejaste Puebla y el 10 de mayo dejaste México por ordenes del Rey de España”, continuó
“Está demostrado que fuiste un gran guerrero y apenas ganaste la última batalla al regresar a tu querida Raquel, como llamabas a la diócesis de Puebla. Bienvenido a Puebla de los Ángeles, tu amada Raquel abre los brazos para recibirte, lo ve y no lo cree, tres siglos y medio después has regresado victorioso, Juan de Palafox y Mendoza, ruega por nosotros”, concluyó.