Shakira después de cuatro años de ausencia en Puebla salió a escena con un ceñido pantalón color negro, blusa en oro, con abanico en mano en colores lila y guinda para dar comienzo a su espectáculo.
“Buenas noches, Puebla, ¿cómo está mi gente. Soy feliz de estar aquí, entre ustedes” gracias, esta noche soy toda tuya”, dijo la cantautora para entonar “Si te vas” y tras ella las coplas de “Contigo mi vida, quiero vivir la vida…”.
Con un Centro de Exposiciones y Convenciones lleno en todas sus zonas marcadas para el concierto, la intérprete de Rabiosa estuvo acompañada de músicos y bailarines, ello con el apoyo de 30 toneladas de equipo musical y de iluminación.
Posteriormente cantó “Inevitable” y su inseparable guitarra roja, al tiempo que recordó que el origen de esta canción que nació en Barranquilla, Colombia, “junto a la playa, con unos amigos y en una noche estrellada como ésta”.
El tema “Nothings else matters”, con arreglos andinos, dio una pausa a la euforia de la multitud, y a la artista, quien aprovechó un cambio de vestuario, blusa plateda y falda flamenca en rojo.
La cantante colombiana para provocar la reacción del público interpretó “Gitana”, esto tras decir “de Puebla a Bogotá. Soy una gitana de ciudad a ciudad”.
Después dio paso a “Loca” en donde con su carisma que le característica se entregó a su público, para llegar a su fin con un mensaje esperanzador de niños del África anunció el llamado al “Waka Waka” y con ello dar fin a una noche para recordar por parte de quienes asistieron al concierto.