Aunque se espera que el nacimiento se produzca en unas cinco semanas, el bebé podría llegar “en cualquier momento”, afirma Kotak. La artista ya había mostrado antes experiencias de su vida como obras artísticas, pero asegura que el parto será la más “profunda y desafiante físicamente”. Desde el sábado, la artista ha convertido la galería en una sala de partos casera, con la cama de su abuela y una vieja mecedora como mobiliario. Los visitantes deben estar preparados para encontrarse de repente como testigos del nacimiento.
Para semejante exhibición, Kotak se ha preparado mental y físicamente. Estará asistida por una partera y una doula, una mujer sin titulación oficial que ofrece apoyo físico y emocional a la embarazada antes, durante y después del parto. La muestra también ofrecerá vídeos de actuaciones realizadas por Kotak que tienen que ver con sus emociones respecto al bebé, entre otras imágenes. Cuando crezca, el niño podrá decir que fue una obra de arte.