La perspectiva dominante insistía en el estudio del ceremonialismo desde una perspectiva pública, íntimamente ligado con el poder político, y con aplicación a los destinos de la suerte de todo un territorio, de todo el cuerpo social, o de todo un segmento de población.
Ahora, este libro ofrece otras opciones: Fiel reflejo del orden social, el ritual se adapta a cada uno de los segmentos integrados en el tejido social, por lo que tiene la profunda necesidad de transmitir mensajes que sean duraderos, valores y sentimientos en acción.
Y consecuentemente, advierte en coordinador del volumen en el cuerpo del libro, cada uno de los segmentos sociales y las células que constituyen dicho tejido social tienen su propio diseño ceremonial. A partir de esta reflexión, se desarrolla una tesis extraordinaria.
Por ello, algunas de estas prácticas, independientemente de los escenarios en que se llevan a efecto, pueden estar diseñadas para dar respuesta a todo el cuerpo social, pero otras tal vez afecten a grupos menores de la sociedad, o a células aún más restringidas.
Con un lenguaje claro, accesible al estudiantado del tema, y dicho de otra manera, muchos de los rituales que tradicionalmente se han considerado de significación general, públicos, pueden haber dado respuestas más singulares a grupos de población más reducidos.
“Los textos han puesto en valor la naturaleza privada de muchos rituales que antes pretendíamos de carácter público; ello, naturalmente tiene trascendencia en la interpretación de la sociedad maya, y puede resolver algunas contradicciones que tradicionalmente se han presentado en la historiografía”, señala Ciudad Ruiz.