Adele ganó el Grammy a la canción del año por "Rolling In the Deep". Era el cuarto premio de la noche para la cantante británica.

El tema fue un No. 1 para Adele, que también tuvo el álbum mejor vendido del año, "21".
Paul Epworth coescribió el éxito y compartió el premio con la artista. También obtuvo el galardón al productor del año en la categoría no clásica el domingo.

"Rolling In the Deep" también compite por el Grammy a la grabación del año. "21" está nominado a álbum del año.

Los Grammy se pusieron en marcha mientras la Academia de la Grabación lidiaba con la tarea de rendir homenaje a una de sus grandes estrellas caídas, Whitney Houston, al tiempo que agasajaba lo mejor de la música, desde lo irreverente hasta lo conmovedor.

Fue un equilibrio delicado. El espectáculo arrancó con Bruce Springsteen, con toda una sección de cuerdas, interpretando su nueva canción "We Take Care of Our Own", un tema enternecedor que hace referencia a los problemas de la nación.

Pero poco después, un sombrío LL Cool J, el anfitrión de la velada, apareció vestido de negro y le dijo al público: "No hay cómo darle la vuelta a esto. Hemos sufrido una muerte en nuestra familia".

Entonces guió a los presentes en una oración para "nuestra hermana caída, Whitney Houston".

"Padre Nuestro, te agradecemos por compartir a nuestra hermana Whitney con nosotros", dijo, mientras celebridades como Lady Gaga y 
Miranda Lambert inclinaban sus cabezas en oración. "Aunque ha partido demasiado pronto, permanecemos verdaderamente bendecidos de haber sido tocados por su hermoso espíritu".