Para conmemorar el 257 aniversario del natalicio del compositor austriaco Wolfang Amadeus Mozart, la ciudad de Salzburgo, Austria, organizó múltiples conciertos, en los que participarán las mejores orquestas, solistas y directores del mundo.
En la celebración denominada “Mozart Week 2013” participarán los pianistas András Schiff, Maria Joao Pires, Eric Le Sage y Claire-Marie Le Guay, y los violinistas Guillaume Lautor, Zhao Yun-Peng, Hilary Hahn, Alissa Margulis y Frank Stadler, entre otros músicos destacados.
Los repertorios de la “Mozart Week 2013”, que iniciará actividades el próximo 27 de enero, como cada año desde 1956, incluirán también algunas obras de Richard Wagner y Johann Christian Bach.
Wolfgang Amadeus Mozart, considerado uno de los más grandes en la escena musical, fue un compositor austriaco que nació en la ciudad de Salzburgo, Viena, el 27 de enero de 1756.
Su obra se caracterizó por contar con el dominio de la forma y su gama de expresión musical, cualidades que lo llevaron a destacar en su época como el más universal de todos los compositores, sin embargo, también puede decirse que su música fue escrita para dar cabida a los gustos específicos de audiencias particulares.
Con influencias de Joseph Haydn y Ludwig van Beethoven, Mozart trajo a su altura el rendimiento de la escuela clásica vienesa, que a diferencia de cualquier otro compositor en la historia, incursionó y sobresalió en todos los géneros musicales de su época.
De acuerdo con la Enciclopedia Británica, a los seis años, ya era un intérprete avanzado de instrumentos de tecla y un eficaz violinista, que contaba además con una extraordinaria capacidad para la lectura de partituras y la improvisación. En este periodo, aseguran sus biógrafos, compuso cinco pequeñas piezas para piano, las cuales aún se interpretan.
En 1762, en compañía de su padre, inició una gira por la corte de Munich y Viena, así como otras cortes europeas. Un año después emprendió un viaje de tres años y medio, en el que conoció a la Orquesta de Mannheim, la música francesa en París y el estilo galante de Johann Christian Bach.
Durante este periodo se dedicó a la composición de algunas piezas, escribió sonatas tanto para piano como para violín, entre las que destaca la Sinfonía “K.16”, en 1764. Actividad que continuó tras su regreso a Salzburgo en 1776.
Es autor también del oratorio “Die Schuldigkeit des ersten Gebots” (“La obligación del Primer Mandamiento”) y la ópera cómica “La finta semplice” (“La ingenua fingida”), entre otras piezas de reconocimiento internacional.
En 1769, con apenas 13 años, ya ostentaba el título de “Konzertmeister” del arzobispado de la ciudad de Salzburgo, lugar en que permaneció por cuatro años hasta que en 1769 se trasladó a Italia. Este viaje fue más breve que el anterior, pero a pesar de ello le brindó la oportunidad de conocer a importantes personajes.
Como parte de su viaje por la península itálica, conoció al compositor Giovanni Battista Sammartini, en Milán; fue nombrado “Caballero de la Espuela de Oro” por el Papa, en Roma, e ingresó a la prestigiosa Academia Filarmónica de Bolonia con la ayuda de Battista Sammartini.
Para 1770, casi a punto de cumplir 15 años, escribió por encargo la ópera “Mitridate re di Ponto” (Mitrídates, rey de Ponto) en Milán, la cual reafirmó su gran reputación como músico en toda Europa.
Tiempo después viajó a Mannheim, Alemania, entonces conocida como la capital de la música europea, con la idea de conseguir un puesto en su orquesta, cosa que no consiguió. En esta ciudad conoció a la soprano Aloysia Weber, de quien se enamoró a pesar de que nunca fue correspondido.
Estrenó la Sinfonía “K.297”, el ballet "Les petits riens" (“Los pequeños niños”) y compuso las Sinfonías “K. 318”, “319” y “338”, así como la ópera “Idomenoe, re di Creta” (“Idomeneo, Rey de Creta”), ésta última influenciada por el estilo de Christoph Gluck, pero con un sello totalmente propio.
Luego de varios años, rompió relaciones con el arzobispado de su ciudad en el que trabajaba como concertista, para trasladarse a Viena, ciudad en la que se estableció definitivamente.
Allí compuso el singspel “Die Entführung aus dem Serail” (El rapto en el Seraglio), a petición del emperador José II.
En esta época conoció a Franz Joseph Haydn, quien se convirtió en uno de sus amigos más cercanos y a quien dedicó seis de sus cuartetos. En 1785 compuso piezas como la Sinfonía “Haffner”, también conocida como “K.385”, y “Le nozze di Figaro” (“La noche de Fígaro”), que destacaron por su expresividad.
El genio murió el 5 de diciembre de 1791 en Viena, antes de cumplir 36 años, convirtiéndose en una de las pérdidas más dolorosas de la historia de la música.