El restaurante El Ranchito festeja 60 años de complacer a los paladares más exigentes de poblanos y turistas. En 1953, la familia Rebollar Gálvez, oriunda de Izúcar de Matamoros, instaló su primer local afuera del mercado de El Alto, después compraron una caseta, situada en el mismo lugar, y la bautizaron como Los Jarritos.
Más tarde, en lo que hoy es Casa Aguayo, rentaron su primer negocio formal y lo llamaron El Pedregal del Alto. Fue hasta 1965 cuando adquirieron el local en el tradicional Paseo de San Francisco, lugar que hasta la fecha es el restaurante El Ranchito, donde la señora Guillermina Rebollar, junto con su personal altamente calificado, atiende los 365 días del año.
Ahí los comensales pueden disfrutar lo mejor de la comida típica poblana: chalupas, chiles en nogada, enchiladas y envueltos de mole, arroz, cemitas y pozole, así como desayunos y gran variedad de platillos y bebidas.
“El legado que tenemos es de nuestros padres, ahora mantenemos el negocio y la tradición gracias a nuestros clientes, amigos y trabajadores, por eso pronto abriremos un nuevo restaurante para seguir con la tradición por la zona norte”, aseguró Guillermina Rebollar.
Para celebrar el 60 aniversario se realizó una misa de acción de gracias en el templo de la Santa Cruz, y en el restaurante se develó una placa alusiva a los 60 años y se entregaron reconocimientos a familiares fundadores y empleados.