En la presentación del libro Itinerario político de Octavio Paz se volcó la clase política. La burocracia ilustrada del priismo, los fans y practicantes del ogro filantrópico, modernizados con sus iPhones y sus iPads, ocuparon los primeros lugares de ese museo libresco novohispano que es la Palafoxiana.
El centenario de Paz bien vale un escaparate político-cultural. La biblioteca Palafoxiana, atiborrada. En los pasillos del segundo piso de la Biblioteca Palafoxiana, la gente de pie. Una pantalla de televisión y algunas bocinas. Señoras y políticos de la banca escucharon la disertación de Pedro Ángel Palou Pérez sobre cuán barroco es el mole poblano.
La cita obligada fue la de Octavio Paz, quien es citable para explicar lo poblano y lo barroco del mole poblano. El mundo poético de Octavio Paz se transformó en el mundo político de la senadora Blanca Alcalá Ruiz y sus amigos.
A diferencia de otras presentaciones de libros en la Palafoxiana, ahora sí hubo quórum. Priistas de todo tipo en la Palafoxiana. El acceso a la biblioteca se cerró.
Algunos contados fans de Paz se quedaron en el pasillo mirando desde una televisión cómo Armando González Torres justificaba la recopilación de los artículos periodísticos de la antología del pensamiento político coyuntural del ensayista mexicano del siglo pasado.
Para Paz no hubo señalamientos críticos, sólo elogios, como el de polemista o su espíritu democrático y dialogante. El libro de artículos de Paz compilados por González Torres se divide en tres secciones claramente estipuladas.
El libro incluye textos emblemáticos, así como algunos ensayos de juventud, con el objetivo de mostrar la transformación intelectual del pensamiento del poeta y una faceta poco conocida de su escritura. Dicha antología cuenta con tres apartados: “Antes y después del Laberinto: textos 1931-1967”, “El 68 y sus alrededores” y “Final y recomienzo: textos 1980-1994”.
La exigencia de los lectores de Paz en la Palafoxiana fue complaciente. O Paz o Blanca Alcalá demostraron su rating. Algunos asistentes se cabeceaban ante la catarata discursiva de los presentadores y de los políticos.
La senadora de la República Blanca Alcalá Ruiz reconoció la valía del título editado por Conaculta y por el Senado de la República como parte del homenaje nacional para el escritor mexicano, en el centenario de su nacimiento.
Los priistas llegaban a la Palafoxiana entre el azoro y el morbo. Los exalcaldes, los senadores de la República, diputados locales cercanos a la senadora y funcionarios estatales.
La presentación del libro El itinerario político de Octavio Paz, antología de artículos políticos del escritor laureado con el premio Nóbel, consagró al escritor como una figura del poder.
La senadora de la República Blanca Alcalá Ruiz fue la anfitriona de la presentación de la compilación de los artículos de Paz. Al acto llegaron personajes cercanos a la senadora, como el presidente de la Junta de Gobierno, Víctor Manuel Giorgana Jiménez, y el diputado local y empresario José Chedraui Bubid, además del diputado local Juan Carlos Natale López.
Las sillas, colocadas afuera, para que la gente escuche las disertaciones de los súbitos fans pacianos. El titular del CECAP, Jorge Alberto Lozoya; el senador Zoé Robledo Abud, presidente de la Comisión de Bibliotecas y Asuntos Editoriales; Alberto Cue, subdirector de Publicaciones Conaculta; el senador Patricio Martínez y la senadora Mariana Gómez del Campo.
El primero en tomar la palabra fue el cronista Pedro Ángel Palou Pérez, quien resaltó los valores del mole. La senadora Blanca Alcalá Ruiz agradeció a sus invitados la asistencia: diputados locales, exalcaldes como Gabriel Hinojosa, integrantes de la academia, rectores y secretarios generales.
Alcalá presentó elogiosamente a Octavio Paz: “Un hombre que con sus conceptos sigue vigente; se le debe conmemorar a través de su reflexión, poder encontrar muchas pistas del análisis de su tiempo. La senadora señaló: “Paz fue un intelectual que gustaba del debate y de la reflexión. Ésta es la intención de publicar esta antología que hoy nos mueve”.
Lozoya y su amistad con Paz
El titular del CECAP, Emilio Lozoya, agradeció a la senadora su presencia en Puebla para presentar la obra de Paz: “El honor de haber escogido a Puebla para presentar esta obra. Quiero saludar a las senadoras y senadores que están con nosotros. Bien vamos cuando quienes cuando están en el poder”.
El embajador Lozoya aprovechó para hablar de su amistad con Paz: “Octavio Paz y yo pertenecíamos a generaciones consecutivas y tuve el honor de ser su amigo. Habló sobre la relación democrática con el poder. Yo venia del otro, la idea que para ser mejor democráticos necesitábamos un gobierno más fuerte. Yo quiero hablar del Paz, que entendió el mundo, que anhelaba que México alcanzara la alta modernidad, porque tenemos todo para hacerlo. Los únicos que se oponen a nuestra presencia en el mundo son los españoles. Nos hemos ganado un lugar en el diseño y difusión del futuro del planeta, nuestra herencia cultural, la libertad de nuestra gente. Todo mundo está esperando que hagamos más”.
El titular del Consejo de Cultura en Puebla señaló: “Y ahí es donde Octavio Paz y yo coincidíamos. Queríamos que México se proyectara al mundo y al continente como un dialogante. Nuestra cultura y el arte era funcional a futuro. En ese mismo tono es en el que el maestro Paz y yo fuimos aliados”.
Y el titular del CECAP resaltó su tesis esencial: “Todo este esplendor físico y espiritual está conectado con la conexión de México y Asia”. El embajador recordó cómo Paz quiso conectar el oriente con la modernidad occidental: “Su lectura mexicana al encuentro entre Erich Fromm y Susuki, para trasladar el psicoanálisis a la mentalidad asiática”.