En lo que va del año he notado que en las calles de Puebla, específicamente en el Centro Histórico, hay un grupo de jazz que está cautivando a los escuchas poblanos, y aunque no son de aquí, Los Tiernos están haciendo de nuestra ciudad, su casa. 

Los Tiernos son un quinteto de jazz creado en Fortín de las Flores, Veracruz, que ha encontrado en Puebla un escenario y una plataforma para exponer su propuesta musical, la cual rescata el género Manouche. 

El jazz Manouche, conocido también como Gypsy jazz, es una variante del swing, el cual tiene sus orígenes en Francia. 

Estamos seguros que si Django Reinhardt estuviera vivo, sentiría gran orgullo por este quinteto, que está conformado por: Manuel Rodríguez en el trombón, Fredy Chama en el saxofón, Yusof Rivera en la guitarra, Mauricio Alamillo en las percusiones y el washboard (lavadero) y Daniel Hernández en el contrabajo. 

Con año y medio en el escenario, o más bien en la calle, porque el quinteto prefiere exponer su música al aire libre y con más de diez visitas a Puebla, Los Tiernos han logrado crear un grupo fiel de seguidores en la Angelópolis. 

Aprovechando el creciente reconocimiento de Los Tiernos en Puebla nos dimos a la tarea de acercamos a Daniel Hernández, contrabajista de la banda, quien en entrevista para Intolerancia Diario no contó un poco acerca de este proyecto. 

-¿Por qué llamarse Los Tiernos?

Todo comenzó en la calle, las primeras veces que salíamos a charolear, recuerdo que hacíamos bromas sobre nuestro nivel al interpretar y sobre nuestro pequeño repertorio, “estamos tiernos decíamos”, así nació el nombre. Estábamos TIERNOS para tocar jazz Manouche.

-Sabemos que a Los Tiernos les gusta tocar en las calles de Puebla y a las calles de Puebla les gusta que Los Tiernos toquen aquí ¿Cómo surge esa simbiosis? ¿Por qué venir a Puebla?

Puebla es una ciudad muy bonita, su gente es muy agradable. Cuando decidimos venir por primera vez fue en búsqueda de ampliar nuestro horizonte, queríamos que nuestra música llegara cada vez a más gente.

En ese entonces; grabando en un estudio en Puebla, en lugar de regresar a casa, como normalmente lo hacíamos, decidimos quedarnos en Puebla. Cuando llegamos nunca pensamos que la gente fuera a responder tan bien; es decir, con mucho ánimo y alegría, el hecho de tocar a las calles parece satisfactorio para el público, rompemos el estereotipo de la música swing, no sólo es para las personas de clase alta, también es para los de la calle, donde realmente empezó esto del jazz.

-¿Tienen más shows en Puebla que en su ciudad? y ¿En qué lugares de Puebla han tocado?

Sí, llegamos a tener más presentaciones en Puebla que en nuestra ciudad. Nuestra ciudad tardó un poco para darnos espacios en sus foros, ahora se han abierto más posibilidades.

En Puebla hemos tocado en distintos foros en el Centro y Cholula, en lugares como: El Mamut, Gallo Negro, Pulquito, y La Ruta de los Vinos, entre otros.

-¿Sabes sobre la regulación del arte callejero en Puebla? ¿Qué opinas sobre ella?

Hace poco estuvimos nuevamente en las calles y recién nos enteramos de esta medida, por un lado pensamos que esta bien regular este tipo de situación, aunque tiene sus contrapartes, por ejemplo: Gente como nosotros, que no somos de ahí, porque se nos complica mucho estar haciendo el trámite, pues a veces sólo estamos 3 días en Puebla y es imposible sacar el permiso, nosotros buscamos llegar, tocar, expresarnos, así sin tanto rollo y sin tanta burocracia. 

-¿Ustedes han tenido algún problema con esta regulación? 

Hasta el momento no y es una suerte que sepamos sobre el tema para no tener problemas y faltarle el respeto a otros artistas. 

-La gran mayoría de los productos musicales que se consumen en el planeta son empaquetados, genéricos, ustedes se comportan de acuerdo al mercado de lo genérico ¿Por qué rescatar un género antiguo o tradicional como el Manouche en esta época?

Existimos personas que no estamos satisfechos o no encontramos algún sentido en las nuevas producciones en masa de la música, nosotros decidimos retomar el Manouche pues nos inspira, encontramos sentido en él y pasión al tocarlo.

No sólo es el Manouche, incorporamos otros ritmos antiguos como el blues y el dixieland a nuestro repertorio, haciendo un producto único y con nuestro sello especial.

Haciendo esto, poniendo una parte de nosotros, la música deja de ser genérica, pasa a ser un producto artesanal, la gente puede darse cuenta que lo que escucha con Los Tiernos, porque no es lo mismo que anda sonando en los medios de comunicación, donde sólo se busca rating y se persigue el dinero.