En el sitio arqueológico de Pompeya se encontraron los restos de dos hombres que intentaban escapar de la erupción del Vesubio hace 2 mil años. Fueron hallados a 700 metros al noroeste de Pompeya, en una villa de la ciudad.
Encontraron parte de los cráneos y huesos de las víctimas, muy próximas entre sí, a más de dos metros de profundidad. Para reconstruir sus cuerpos, usaron una técnica del siglo XIX en la que se vierte yeso en las cavidades, lo que le da forma de escultura a las figuras.
Al analizar los restos, los expertos determinaron que uno de los cuerpos pertenecía a un joven de alrededor 1.59, entre 18 y 25 años y que realizaba trabajo manual, como esclavo. Esto último porque tenía comprimidos los discos de la columna.
El otro, tenía entre 30 y 40 años, medía 1.62, de estructura ósea robusta, y portaba una túnica y un abrigo. Se cree que era el propietario del otro joven.
“Murieron por un shock térmico, algo que se puede ver también por el hecho de que tienen las manos y los pies contraídos”, dijo el arqueólogo Massimo Osanna.
De acuerdo con los arqueólogos, los dos hombres se salvaron de la inicial lluvia de cenizas, pero murieron enterrados al día siguiente a manos de la explosión volcánica.