A nadie le he dicho cómo lo viví. A nadie le he contado que esta noche Guadalajara hizo vibrar a América de una manera singular, pero que ya se vio por televisión en la Ceremonia de Apertura de los XVI Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011. Pero aún no lo sabes.

Te digo que fue una de esas noches maravillosas, llena de luces y de grandes sorpresas, tan es así que en cada sección de las gradas del moderno estadio Omnilife, se vieron destellos multicolores como si simbolizara el espíritu deportivo de aquellos guerreros que buscarán el podio en sus deportes.

Y cómo te digo, que el estadio cantó a todo pulmón, como si quisiera llegar a cada rincón de América en voz de Vicente Fernández, quien contagió con su voz de “charro” a todo el continente.

Pero la piel se erizó cuando el famoso “Chente” entonó el Himno Nacional Mexicano y luego vino su espectáculo con canciones que llegan y calan hasta los huesos, cuando está fuera de México.

Fue una fiesta para aquellos deportistas del continente y que esta noche se llevaron un recuerdo de Guadalajara y por qué no, también de México. Como fue el caso de la representación de Brasil, nación de grandes estrellas del deporte como Pelé, ¿quién no conoce a ese famoso exjugador?

O del nadador César Cielo, quien es campeón olímpico y mundial y que viene a esta capital dispuesto a coronarse en las pruebas de velocidad dentro de la pileta panamericana.

Pero cuando salió la delegación mexicana, las entrañas del estadio Omnilife despertaron y al unísono se entregaron a los competidores nacionales, hasta el presidente de México, Felipe Calderón, quien se entusiasmó al ver a los “héroes” desfilar enfundados en traje de charro.

Fue algo indescriptible lo que sucedió esta noche, se vio también a aquellos deportistas que en su momento dieron gloria al país como Enriqueta Basilio, quien pasó a la historia del deporte al ser la primera mujer en encender un pebetero.

Pero de igual manera, a aquellos que dejaron sudor, esfuerzo y lágrimas en cada destello de felicidad olímpica, como Soraya Jiménez, cuando en Sydney 2000 se alzó en todo lo alto del Darly Harbor en pleno centro australiano o que decir de Fernando Platas, cuando con casi a punto del llanto se quedó con la plata, en la misma cita olímpica.

Cómo te digo que a muchos años de distancia y en pleno corazón de América, se volvieron a encontrar para dar la estafeta a los nuevos “héroes” del continente en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.

Fue una noche de aquellas en donde sólo el recuerdo se hace realidad y queda grabado en la memoria.

Una gama de estrellas del espectáculo también fueron la atracción y uno de los momentos imborrables fue cuando el grupo Maná, contagió a América con su llamado de unidad.

Y qué decir de cuando Felipe Calderón, presidente de México en medio de aplausos y vivas, hizo oficial la apertura de la justa regional.

Cómo te digo, lo que en viví y de cómo Guadalajara hizo vibrar a América con su gente con su cultura y eso que aún tú no lo sabes. (Lorenzo Rodríguez Blancas / Notimex)