El coraje de David Ferrer no fue suficiente para pararle los pies a un Andy Murray pletórico (7-5, 6-4) y que se sitúa como número tres del ránking mundial por delante de Roger Federer.

El escocés, que ya ganó en Bangkok y Tokio, empezó como un tiro y rompió el saque del español en un primer juego de diez minutos. Pero Ferrer sacó a relucir su ambición y respondió con otra rotura.

Entonces el alicantino desplegó su mejor tenis, que no sirvió, sin embargo, para romper de nuevo el saque de su rival. Con 5-5 una inoportuna doble falta dio ventaja al escocés, que no falló con su servicio y se llevó el primer set culminado con dos aces consecutivos.

El segundo empezó como el primero. Ferrer concedió su servicio, pero no consiguió empatar. Pese a ir a remolque y contar con nuevos puntos de break en contra, el alicantino no regaló un metro a su rival.

 En un momento en el que cualquiera hincaría la rodilla, ante un Murray lanzado, Ferrer mostró su alma de gladiador, pero no fue suficiente para remontar y llevarse su primer Masters 1000.

Este es uno de los mejores periodos de mi carrera”, dijo Murray. “Estaba muy nervioso porque tenía que defender el título hoy, pero ahora estoy muy feliz”, añadió el escocés.

"He corrido mucho pero hoy era imposible ganar a Andy”, explicó Ferrer. “Felicidades porque es un gran jugador y persona”, sentenció.