En las filas del Apoel Nicosia milita desde el verano pasado un español, Urko Pardo. Nacido en Bélgica hace 28 años, pero de padre vasco y de madre gallega, Pardo inició su carrera cuando era un niño en el Anderlecht. Pero es en el Barça donde se formó como portero.
Tras pasar por la Ciudad Condal sin demasiada fortuna -nunca llegó a pasar del filial- recaló en el Iraklis griego, desde donde ha iniciado una peregrinación por algunos de los países con menos tradición futbolística de Europa. El Rapid de Bucarest y el Olimpiacos han sido sus dos últimos equipos antes de fichar por el Apoel, club en el que alterna la titularidad en la portería con Chiotis.
Este martes vivirá el partido más especial de su carrera, ya que pese a no tener mucha fortuna en el Barcelona, se declara culé antes que madridista. "Una parte de mi corazón sigue siendo del Barça y espero que podamos eliminar al Madrid. Si hemos llegado hasta cuartos no se puede descartar nada", señaló a inicios de esta semana.