"Fue ridículo lo que hice. Venía manejando todo bien. Bien. Pero me relajé y la cagué. No me confié, no fue que dije: ‘Ya te tengo...’ En un momento tuve este movimiento, así (se para, gira y muestra la cara) y dije: 'Uy, la cagué'. Y pum, me comí la mano, me quedé parado para que me pegue. Y cuando caigo, digo: ‘La puta madre’. Me levanté, estaba consciente, lo veía a él... Pero no tenía estabilidad en las piernas".

Así, con un relato que no hace más que encarnar de manera fiel el sentimiento suyo, pero también de la multitud de espectadores que siguieron la pelea, Sergio "Maravilla" Martínez contó lo sucedido en el último asalto de la pelea que dominaba ante Julio César Chávez Junior, pero que estuvo a punto de perder en el último round.
 
En declaraciones al diario argentino La Nación, el campeón prosiguió: "Yo quería ir a pegarle. Digo: 'Mato o muero'. Pero después del 'mato o muero', vi que no tenía estabilidad y dije: 'Muero'. Me entró la duda de salir-entrar-salir-entrar-lejos-cerca... Me pegó en el oído, por eso no escucho bien. No escucho casi nada ahora. Claro que uno tiene conciencia de lo que pasa en esos momentos. También me dije al levantarme: ‘Este pibe no me va a llevar por delante’".
 
El boxeador argentino reconoció que estaba conmocionado tras el golpe en el último asalto que lo dejó en la lona y que esa situación se agravó por una lesión en la mano izquierda y en una de sus rodillas, pero aseguró que tenía la convicción de ganar.

"El mexicano fue guapo, me dolían las manos de tanto pegarle", dijo y, entre la emoción por lo sucedido y la excitación por lo que vendría, aseguró haber captado el inmenso interés que se generó con su presentación: "Fue una experiencia única. Nunca nadie tuvo este acompañamiento. Superó todas mis expectativas".
 
 
Los nuevos desafíos:
 
- ¿Habrá revancha?
 
"Habrá que esperar los diagnósticos médicos y ver (N. de la R.: sobre la lesión de ligamentos y una pequeña fractura en la mano izquierda). El promotor de la pelea me sugirió un desquite con Julito en un estadio en Dallas, con 60 mil personas, pero eso no me cierra", alertó Martínez.
 
Y explicó: "Allí, Chávez hace lo que quiere y además todas las reglas, con el dopaje y esas cosas, son menos rigurosas. Son menos exigencias que en Nevada. A mí, por una cuestión personal, me gustaría pelear con el puertorriqueño Miguel Cotto".
 
Y después de la velada del sábado, "Maravilla" se ganó el derecho a pedir: "Nunca nadie tuvo este acompañamiento. Ahora quiero pelear con Cotto, es un tipo raro, no me cae bien", sentenció.
 
El boxeador argentino que el sábado se coronó en Las Vegas como campeón del mundo del peso mediano en una pelea multitudinaria, elevó sus desafíos: Miguel Cotto es, básicamente, un noqueador letal.
 
Nacido en los Estados Unidos, "Junito" acumula un total de 40 peleas con 37 victorias, 30 por nockout.
 
Es un especialista en la materia y los hitos de su carrera comenzaron el 10 de junio de 2006 cuando golpeó tanto a Paul Malignaggi, que al final de la pelea debió someterse a una cirugía para curar su mejilla fracturada.
 
Luego, en junio de 2010 noqueó al campeón mundial del peso superwélter (desde 66,678 hasta 69,853) Yuri Foreman y, más tarde, convalidó su título del mundo con otro KO sobre Ricardo Mayorga.
 
En diciembre de 2011, en tanto, el rival fue Margarito II con el mismo final: el mexicano sufrió una tremenda lesión en el ojo derecho, y en el décimo asalto, quedó fuera de carrera.
 
En mayo de este año, Miguel Cotto se enfrentó a Floyd Mayweather por el título de peso superwélter de la AMB en Las Vegas y, tras una feroz pelea, salió ganador el último tras decisión unánime.

"Junito" Cotto es ahora la presa elegida por "Maravilla". En caso de concretarse la pelea, el argentino chocará con un boxeador que busca el nocaut desde el primer round.