De nada sirve la discusión por determinar si él, Diego Maradona, Pelé, Cristiano Ronaldo, Alfredo Di Stéfano, Johan Cruyff o cualquier otro es el mejor de la historia. Quienes los vieron jugar sacarán sus conclusiones. Pero hay algo que todos cargarán para siempre en sus espaldas: dejaron rastros indelebles en el deporte más lindo del mundo.
Lionel Messi despliega su magia en Barcelona desde que debutó en el clásico entre Espanyol y el conjunto culé. Aquella noche del sábado 16 de octubre, el equipo conducido por Frank Rijkaard se impuso 1-0 con gol de Deco. A los 82 minutos, el portugués salió por un desconocido joven que lucía el número 30 en la espalda, “Pulga” le decían sus conocidos.
Al juvenil argentino le alcanzó con esos 600 segundos para demostrar algunos de sus atributos. Con el mismo ímpetu que lo caracteriza en la actualidad, “Lio” se animó a gambetear y codearse de “tú a tú” con los mismos compañeros que meses después daría su primera vuelta olímpica liguera.
El tanto inaugural con la camiseta blaugrana llegó el 1° de mayo de 2005, en la victoria 2-0 ante Albacete. En ese momento se convirtió en el jugador más joven en convertir un tanto para el club catalán (en 2007 Bojan Krkic derrumbó el récord, con un pase de Messi), con 17 años 10 meses y 20 días.
Tras conquistar el título de Liga, Messi comenzó su camino con la Selección argentina. Con la sub-20 (teniendo dos años menos del límite) consiguió el Mundial de los Países Bajos y se llevó el trofeo al mejor jugador y al goleador del certamen (seis tantos).
El debut con el equipo absoluto no tardaría en llegar. En agosto de ese mismo año, José Néstor Pékerman lo convocó para calzarse la celeste y blanca. El amistoso contra Hungría quedó en la historia no sólo por definir el comienzo de la trayectoria del astro con el conjunto nacional, sino porque el árbitro Markus Merk lo expulsó a 47 segundos de haber ingresado, en reemplazo de Lisandro López.
De ahí en más, el techo de Messi parece no tener límite. Cada temporada que pasa, la estrella de Barcelona demuele sus números previos. En 340 partidos disputados con esa casaca, el delantero lleva 265 tantos convertidos.
El mismo día que saldrá a defender los colores de su país, en la décima jornada de las Eliminatorias sudamericanas de cara a Brasil 2014, “Lio” cumple ocho años como profesional y quiere festejarlo con su tanto número 31 para la Argentina.